Los cazadores guipuzcoanos están a punto de engrasar sus escopetas y guardarlas. A finales de mes se cerrará una temporada que, a juicio de muchos de ellos, ha sido “una de las más desastrosas” que recuerdan de los últimos años. La caza mayor ha compensado la escasez de becada y paloma, aunque también se empiezan a escuchar voces que alertan sobre el descenso de las poblaciones de corzo y jabalíes en la provincia.
Algunas cuadrillas ya plantearon el año pasado en esta misma página que una temporada de septiembre a marzo era “demasiado larga” y que había que empezar a pensar en el futuro. Las críticas son aún más contundentes en esta ocasión. “Hay zonas, como Elgeta o Arrate, en las que el número de ejemplares ha bajado tranquilamente a la mitad”, subraya Jon Bergaretxe, responsable de una cuadrilla de corzo.
“Antes salías y veías diez, ahora no pasan de dos o tres”, insiste el eibartarra. La situación preocupa a muchos cazadores que, en algunos casos, han optado por autorregular sus batidas a la vista de la nula respuesta institucional que han obtenido. “Tanto el año pasado como este ya trasladamos a la Federación guipuzcoana nuestras inquietudes, pero hacen oídos sordos”.
De hecho, lejos de escuchar a estas cuadrillas, las instituciones optaron por modificar la orden de veda a mediados de diciembre para ampliar los permisos. “Hasta entonces solo se podía cazar sábados, domingos y festivos. Ahora también los jueves”, advierte Bergaretxe. Para él, los motivos de esta ampliación son evidentes: “Quieren tener contentos a los baserritarras y tratar de evitar accidentes de tráfico, pero como sigamos así pasará como con el zorro, que había a centenares antiguamente y ahora hay contados”.
Otros factores que están influyendo en el descenso de jabalíes y corzos son el incremento de aficionados que se han pasado a la caza mayor y el furtivismo. “No hay bicho que respete tanta presión. El año pasado ya se notó algo, pero esta temporada muchísimo más”.
El armero Rufino Eizmendi coincide con Bergaretxe en que, tras varias campañas flojas, son muchos los cazadores que han empezado a simultanear la paloma, la becada y la caza mayor. “El que tiene posibilidades de salir fuera lo hace, pero el que se queda en casa tiene que conformarse con lo que hay y hace años que en Gipuzkoa no entra caza de invierno”.
Tras reconocer que corzos y jabalíes están salvando la temporada, Eizmendi atribuye también el descenso de estos animales al hecho de que “al no haber habido casi nevadas, siguen en las alturas y no se dejan ver”.
Según datos publicados por la Federación guipuzcoana, se capturaron en 2014 un total de 1.043 jabalíes, un 11% menos que el año anterior. El Alto Deba fue la zona con mayor número de capturas, seguida de Bidasoaldea. Hay más de 1.500 cazadores inscritos en las cerca de medio centenar de cuadrillas que optan por la caza mayor en la provincia.