Uno que tiene cierta hartura de monte y está zorreado en estas cosas de la caza poco le puede coger de sorpresa. Aunque sí cabrearme por cuanto de indiferencia y marginación hacia la caza observo en los medios por estas fechas. En ninguno de los muchos debates políticos que nos bombardean constantemente, nadie dice nada de la caza ni de la defensa de la Naturaleza, llámese partido emergente o “sumergido”. Al parecer a nadie le importa que la caza genere 4.000 millones de Euros, conserve la Naturaleza, fijé población y genere empleo. ¿Será que están sin destetar en materia de caza? Y eso que nos la estamos jugando porque alguno de los emergentes no quiere vernos ni en pintura. De hecho en sus aguerridas filas cobijan agrupaciones ecologistas que a nada que cojan la vara de mando nos van a dar hasta decir basta. Miren ustedes, los aficionados son antes ciudadanos que cazadores y como no podía ser de otra forma, cada cual votará a quien crea más oportuno ¡faltaría más! Pero es bueno que se sepa antes de rellenar la papeleta quien le va a poner más palos en las ruedas, porque apoyar abiertamente, contados partidos de carácter autonómico lo van a hacer. El que no comulga con nada, mucho menos lo hará con la caza. Por mucho que les digan que el 90% de aficionados practican la caza social. Raposos en la vida hay de todo tipo de pelaje. Unos, los más avezados, se diferencian por su abultada cola y otros los más sibilinos por la coleta. Como buenos estrategas adoptaran distinto comportamiento dependiendo como les vayan las cosas. Y cambiaran de pelaje –de hecho lo hacen todos los años- pero nunca de costumbres y eso amigo no hay que olvidarlo. Muchos jóvenes posiblemente influenciados por un ambiente urbano muy sensibilizado por el deterioro ambiental, puedan entender que la práctica de la caza no sea lo más acertado. Y es ahí donde estos nuevos Mesías tienen un caladero importante de votos. Saben bien que la mano del hombre es la que ha intervenido con fuerza en la Naturaleza, pero callan porque el fin es captar adeptos para llegar al poder y luego…. Afortunadamente el cazador en la actualidad está muy preparado. Lee con frecuencia, conoce los problemas, se preocupa y transmite sus inquietudes por las redes sociales. Está claro que hay menos cazadores pero más foros, más publicaciones. En definitiva menor cantidad pero más calidad y compromiso. Y eso es bueno para desenmascarar a esos politiquillos de medio pelo.