Una jornada que mostró la unión de miles de aficionados hacia un sector continuamente atacado. El gran campo de aviación de Dima, en las campas de Zumeltza, se quedó minúsculo ayer ante la masiva afluencia de personas con motivo de la XXIV edición del Día del Cazador y Pescador, organizada por la Asociación para la Defensa del Cazador y del Pescador (ADECAP), que además cumplió sus bodas de plata.
La de ayer fue una demostración de fuerza que tiene lugar apenas una semana antes de que se celebren las elecciones generales a las que, tal y como explicó Juan Antonio Sarasketa, alma mater del encuentro, estarán muy atentos.
Y es que la de este año ha sido una jornada más reivindicativa si cabe ante las dificultades que en los últimos tiempos está viviendo el sector. «Necesitamos el apoyo de todos porque cada año tenemos más presión por parte de los ecologistas radicales y hasta aquí hemos llegado”, manifestó Sarasketa en su habitual y reivindicativo discurso.
Este año, además, la cita estaba dedicada a la mujer cazadora. Y es que son cada vez más numerosas y pieza indisdensable para el futuro del sector cinegético, que genera 300 millones de euros anuales en Euskadi.
Los cazadores y pescadores disfrutaron de una jornada multitudinaria que se inició a la diez de la mañana con un programa repleto de actividades cinegéticas. Las exhibiciones de perros de caza mayor y menor abrieron la jornada y al mediodía tuvo lugar el homenaje a la mujer cazadora, una figura que ensalzó Sarasketa, al igual que la cantidad de jóvenes que estuvieron presentes. “Son el relevo generacional”, indicó el presidente de ADECAP.
La cita en Dima, la más importante de cuantas celebra el sector en todo el Estado, ha dejado claro, un año más, el masivo seguimiento en Euskadi a la actividad cinegética.