La ciencia ha corroborado lo que los dueños de perros ya sabíamos: Nuestros perros nos entienden. Y lo hace mucho mejor cuando lo que reciben son felicitaciones. Esta es una de las conclusiones de un riguroso estudio publicado en la revista Science.
Hasta ahora se creía que el ser humano era el único capaz de entender el habla. El cerebro de las personas divide las tareas del entendimiento del habla en dos partes: el hemisferio izquierdo se encarga del significado de las palabras y el derecho interpreta la entonación. Así se analiza por separado lo que decimos de cómo lo decimos para llegar a una conclusión sobre la intención de lo que nos dicen.
El estudio evidencia que el cerebro de los perros funciona de la misma manera para distinguir las palabras y la entonación. “Usan mecanismos cerebrales muy parecidos a los humanos”, dice Attila Andics, autor principal del trabajo.
Se trata del primer estudio que analiza este proceso neuronal en los perros, aunque anteriormente científicos experimentos para demostrar la habilidad de los canes para reconocer los diferentes componentes del habla.
Para los científicos, si en el entorno del perro está muy presente el habla humana, pueden surgir en su cerebro representaciones de significado de las palabras, incluso en el caso de mamíferos no primates como los canes que no son capaces de hablar. “Los perros pueden aprender las palabras que son relevantes para ellos y a menudo usadas por sus dueños para dirigirse a ellos. Las palabras para felicitarles son un ejemplo”, recalca el trabajo.
Entienden mucho mejor las felicitaciones
Para realizar el estudio se entrenaron 13 perros que se mantuvieron inmóviles para realizarles una resonancia magnética cerebral. De esta forma se pudo medir la actividad cerebral al escuchar las palabras de su entrenador.
Al buscar las regiones del cerebro que diferenciaban las palabras con sentido y las que no, y las entonaciones de felicitación o las neutras, los científicos se percataron de que los perros prefieren usar su hemisferio izquierdo para procesar las palabras y que estas activaciones cerebrales eran independientes de la entonación, que se activa en el hemisferio derecho.
El experimento destaca que las palabras de elogio y felicitación activan el sistema de recompensa del perro, y para ello deben concordar las palabras concretas y una entonación de elogio, un proceso, «muy similar al de los humanos».