Una iniciativa del adiestrador de perros Víctor Esandi, en la que colabora Adecap, permite suministrar perdices, conejos y jabalíes a comedores sociales.
I. AJURIA
A Víctor Esandi se me removió algo hace unos meses al pasar por delante del Ayuntamiento de su pueblo y ver a varias personas conocidas haciendo cola para recoger bolsas de comida gratis. “Gente que no te llegas a imaginar que se encuentran en una situación tan mala”, explica este adiestrador de perros navarro.
Unos días después se encontró con un amigo que iba a participar en una gala solidaria en el restaurante Elordi de Arre. En este establecimiento se alimenta gratuitamente a familias sin recursos dentro del proyecto ‘Sonrisas por comida’. “Pesé que había llegado el momento de echar un cable”.
Dicho y hecho. Esperó al inicio de la temporada de caza y abrió una comunidad en una conocida red social con la primera donación: las perdices del Campeonato de San Huberto que se disputó hace quince días en Valdorba. Esta entrega fue al restaurante Elordi, aunque la idea es que la red de distribución incluya diferentes comedores sociales.
“Con esta iniciativa quiero involucrar al mayor número de cazadores para que aportemos todas las piezas que podamos”, se limitó a señalar Esandi al divulgar por primera vez la iniciativa. No hicieron falta más explicaciones. Fue poner el logo con la inscripción ‘Cazadores contra el hambre’ en la página de Facebook -“el nombre fue idea de mi hija”, puntualiza- y el teléfono se volvió loco.
“Empecé a recibir mensajes y llamadas de apoyo de todas partes”. De Tudela le habrán ofrecido en los últimos días alrededor de 200 conejos y de la montaña, media docena de jabalíes. Eso, sin contar la colaboración que también le brindan asociaciones como la del Perro Perdiguero de Burgos o Adecap. “Me desbordó y, de momento, he preferido centrarme en Navarra, aunque la idea es que otras personas vayan cogiendo el testigo en otras comunidades”, reconoce el adiestrador.
La campaña ha superado cualquier expectativa, recibiendo en Facebook más de 25.000 visitas en apenas doce horas. Tal ha sido el éxito que Esandi tuvo que ponerse en contacto con un amigo de Pirineos Exdim, una empresa dedicada a la distribución de productos de alta calidad especializada en delicatessen y carnes de caza, para que le ayudara a dar una salida legal a las donaciones. “Fueron ellos los que empezaron a recoger y tratar las piezas para que pudieran llevar el sello de sanidad correspondiente”.
En estos momentos, Cazadores contra el Hambre cuenta con puntos de recogida en Pirineos Exdim, el Coto Valdorba, la armería Cano de Tudela y Cosas de Caza en Iruña. “Tienen un arcón congelador y van acumulando piezas hasta que pasan a recogerlas”. Lo que no tiene aún el proyecto es un encaje jurídico. “A ver si algún abogado nos ayuda a darle forma legal como ONG o lo que haga falta. Lo ideal es que pudiéramos contar con una furgoneta frigorífica”.
Lo que sí ha ayudado a demostrar Esandi con esta iniciativa es el carácter solidario de los cazadores. “No te voy a engañar -reconoce el adiestrador a DESVEDA-. En esta campaña hay mucho de tratar de ayudar a la gente necesitada, pero también una parte de reivindicación. Los cazadores empezamos a estar hartos de que una parte de la sociedad nos juzgue y trate de ponernos contra las cuerdas, cuando de siempre hemos sido los encargados de dar de comer en las casas. Además, con proyectos así se demuestra que somos cien por cien solidarios”, concluye.