De unos años a esta parte la presencia de jabalíes en áreas urbanas del centro de la región se ha incrementado de forma alarmante en Asturias. Los expertos reunidos ayer en un debate celebrado el Club Prensa Asturiana de La Nueva España dejaron muy claro que la población debe aprender a manejar esta nueva realidad con nuevos protocolos de actuación, y sobre todo tener en cuenta que los cerdos salvajes «no son animales domésticos y por tanto, no debe tratárseles como tales».
En ese punto coincidieron Carlos Nores, profesor titular de Zoología en la Universidad de Oviedo e investigador del Indurot; Oscar Llamas, presidente de la Asociación de Vecinos de La Fresneda; Andrés Álvarez Pozueco, presidente de la Fundación para el Manejo, Desarrollo y Conservación de la Vida Silvestre y su Hábitat» (Fadovisa) y Orencio Hernández (Tito), jefe de servicio de Caza y Pesca de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales.
Llamas relató el shock que supuso para los 5.000 habitantes de La Fresneda la presencia reiterada de jabalíes acostumbrados al entorno y a la presencia humana. «Siempre aparecía alguno, pero la cosa cambió este año cuando apareció una hembra con dos crías: les decíamos a los vecinos que por muy dóciles que parezcan son animales salvajes», relató. Carlos Nores, autor del plan de control y actuación del jabalí en zonas urbanas, realizado entre el Indurot, el gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Oviedo, que también ejerció de moderador, rompió mitos y aseguró que los lobos matan menos jabalíes que los cazadores «y además van a los ejemplares jóvenes que aún no se reproducen». Los jabalíes también presentan una tasa de mortalidad superior a los que se cazan. Nores comenzó su intervención con un vídeo que narra la irrupción de un jabalí en un centro comercial de Nancy (Francia), en 2011, «hay que evitar que se produzcan estas situaciones porque pueden convertirse en peligrosas; la gente no está obligada a saber cómo reaccionar ante la presencia de un jabalí. Desde el Indurot tratamos de actuar como si esto fuera un problema médico, valoramos síntomas, diagnosticamos y aplicamos un tratamiento, que puede curar la enfermedad o disminuir los síntomas y hacerlos tolerables», explicó.
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