La ONC lamenta que la encuesta de esta entidad cuestione la compatibilidad de la caza y la conservación, algo ya avalado por, entre otras entidades, la Comisión Europea y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
MADRID, 12 DE ENERO
La Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural (ONC) lamenta que SEO Birdlife haya dado un paso más en su campaña anticaza con el lanzamiento de una encuesta de nulo rigor y sin ese carácter científico del que suele presumir esa entidad. Así, SEO ha perdido una gran oportunidad para abrir un debate real sobre la caza en España. Por el contrario, la encuesta que ha lanzado a través de su web se basa en cuestionar si la caza es compatible con la conservación, un debate que en 2016 debería estar superado una vez que entidades como la Comisión Europea y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ya se han pronunciado a favor de la caza como herramienta de conservación.
SEO ha anunciado a bombo y platillo la apertura de lo que denominan “proceso participativo”. Una suerte de encuesta breve, con preguntas capciosas, cargada de apriorismos y que trata de auto legitimar su cuestionable labor en España. Y es que el sondeo está cargado de demagogia simplista. Tanto que en esa misma línea se podría incluir una pregunta sobre si es razonable seguir dando ayudas millonarias a las entidades autodenominadas animalistas mientras millones de personas pasan hambre en el mundo. Simple y pura demagogia.
Ciertamente, la forma en la que están planteadas la mayoría de las preguntas, como el enorme peso que se le da un informe supuestamente científico de SEO y a sus conclusiones anticaza, configuran una encuesta sin las mínimas bases estadísticas ni técnicas, aparentemente conducida hacia unos resultados concretos y que, una vez más, busca el enfrentamiento entre sectores. Es por ello que su resultado no tendrá ninguna relevancia más allá de justificar la postura anticaza que viene manteniendo SEO en los últimos años.
Esa postura, apoyada en una falta de rigor disfrazada de pseudociencia, no es algo nuevo. Ya en 2015 se destapó el conocido como ‘silvestrazo’, un estudio crítico con esta actividad por el que SEO cobró 60.000 euros de fondos públicos y cuya falsedad fue demostrada por dos profesores de la Universidad de Málaga.
Para la Oficina Nacional de la Caza se trata simplemente de un paso más en la radicalización anticaza de una entidad que –no lo podemos olvidar- fue fundada por cazadores. Pero para conocer el campo hay que estar en el campo, y es muy difícil hablar con propiedad de la caza y del mundo rural desde entornos urbanitas, que es donde ahora se mueve SEO.
La caza es una actividad que a día de hoy es más necesaria que nunca para, entre otras cosas, gestionar adecuadamente poblaciones silvestres, ya que vemos problemas en entornos urbanos con especies como el jabalí, el lobo y el meloncillo a los que las entidades ecologistas no ofrecen soluciones viables y realistas. La caza es actualmente una herramienta de gestión insustituible e imprescindible para garantizar el equilibrio de los ecosistemas y la adecuada conservación de nuestro medio. Un ejemplo claro es la recuperación del lince ibérico, un proyecto al que se han destinado en España cantidades millonarias y que únicamente ha funcionado allí donde se ha implicado la gestión cinegética y los cotos de caza.
La ONC está dispuesta a participar en un debate plural, abierto, real y realista sobre el sector cinegético cuando sea necesario, algo que, desde luego, no se produce en este caso. Por todo ello la ONC reclama la apertura de un debate sobre el papel de la caza en España que busque sumar y no dividir, que busque el consenso en lugar del enfrentamiento y la imposición. Un debate, en suma, muy alejado de procesos participativos manipulados cuyo resultado es más que previsible antes incluso de que se inicie.