A dos semanas del Día del Cazador y Pescador ( 18 de Junio ) los aficionados preparan con mimo los archiperres para pasar una jornada en compañía de amigos y familiares. Y es que es su gran fiesta, un lugar de encuentro y reivindicación, sobre todo este año en el que los anti-caza, veganos ecologistas y sobre todo animalistas han dado un paso adelante con el único fin de acabar con la práctica de la caza de la forma que sea. Y créanme que daño están haciendo, sobre todo en las redes sociales donde toda vileza tiene asiento impune para esta jauría de cobardes. Por eso y mucho más nadie debe faltar en Dima, todos tienen un compromiso con su afición. De ahí que la organización recomiende a los aficionados que se acompañen de sus perros para paliar en lo posible los ataques que están sufriendo de esos animalistas que pregonan que los cazadores abandonan a sus perros. Animales que se pretende sean los protagonistas de la fiesta. La próxima semana les detallaré todas las actividades que se celebrarán. Muchas de ellas nuevas, que a buen seguro suscitarán la atracción de los aficionados. Cambiemos de tercio. Junio es época de cría. Son fechas cruciales para los perdigones pues la falta de insectos puede terminar con ellos. Más adelante las temperaturas extremas y la falta de agua supondrán también un peligro latente. Exceptuando a las hembras la guerra y el amor viene a ser lo mismo para la mayor parte de los animales y sobre todo para aquellos en los cuales el amor es una necesidad tan poderosa como en los machos de perdiz. Los machos de las gallináceas viven para la pelea y la lujuria, y excepcionalmente para padres de sus hijos excepto las palomas. En cambio en el corazón de la hembra de las perdices hay un verdadero tesoro de amor eterno. Cría a sus polluelos conduciéndolos por el camino, llamándoles sin cesar, mostrándoles el alimento que les conviene y enseñándoles a buscarlo escarbando la tierra con las patas. Las cubre cuidadosamente con las alas al acercarse el peligro y al paso que huye en apariencia, afronta con valor la muerte; atrae la atención de su enemigo arrastrando las alas con pesadez y alejándolo de la zona. Y cuando calcula que los perdigones están a salvo corre hacia ellos y los oculta entre las hierbas de manera que sea muy difícil descubrirlos. Es una ave preciosa para modelo de esa multitud de seres que son en la naturaleza ejemplo de amor, independencia y lealtad. Esta consideración nos lleva a mantener que el carácter distinto de la familia se conserva toda ella con mayor razón en las especies no domesticadas, como son las perdices y la codorniz.