Los ataques son constantes, siendo los más recientes de esta última semana, y están reduciendo las cabañas de manera importante
José Miguel Sainz asegura que “les están quitando la ilusión” y pide a la Junta que tome medidas para cubrir los daños ocasionados
UPA insiste en que la ganadería y el lobo no pueden convivir mientras no se garantice a este un sustento que no sean los animales domésticos
“Nos siguen matando los animales, y nos quitan la ilusión”. José Miguel Sainz, joven ganadero de Las Merindades, ha pasado del hartazgo a la desmotivación frente a una situación que no puede controlar, aunque afecta directamente a su sustento diario, y que parece que poco preocupa a la Junta de Castilla y León. Los ataques de lobo siguen siendo constantes en Las Merindades, donde llevan un verano de intensa actividad, y solo en la última semana han matado dos potros y una vaca, han herido a otra y ha desaparecido un ternero.
Sainz insiste en que se sienten “desprotegidos”. Medio Ambiente no se hace responsable de los daños ocasionados por el lobo en el ganado, ni tampoco los cotos de caza. Así que los ganaderos tienen que asumirlos con sus propios seguros. Sin embargo, no es tan sencillo, ha recordado este vecino de Rozas de Valdeporres. Para poder contar con la indemnización económica es necesario que, no solo un agente medioambiental certifique que el animal ha sufrido un ataque de lobo, sino que se encuentre el cadáver de manera inmediata, y eso es complicado.
Los últimos ataques se han llevado tres potros y una vaca, y han dejado otra vaca herida y un ternero desaparecido
Además, el lobo no solo daña cuando mata. Las cabañas ganaderas se ven también mermadas cuando, ante un ataque de lobo, algunos de los animales acaban despeñados, huyen despavoridos y desaparecen o sufren heridas que, a corto o medio plazo, acaban con su vida o les inutilizan. “Nadie se preocupa de nosotros y, animal a animal, nos vamos quedando sin ganado”. En lo que lleva de año, José Miguel Sainz ha perdido doce potros, tres este verano, porque su cabaña contaba con 13 yeguas y 10 potros cuando subió al monte y ahora solo tiene siete potros.
Esta semana se han producido los últimos ataques, de los que también han sido víctimas dos vacas, una muerta y otra herida, y les falta un ternero. “Nos están quitando la ilusión”, asegura este joven ganadero, mientras recuerda que la Junta presume de desarrollar políticas de incentivos para el relevo generacional, para que los jóvenes se queden en el campo, pero luego les abandona cuando tienen un problema. Por se motivo, José Miguel Sainz reclama una solución inmediata, y que se cubran los daños del lobo para que la convivencia sea pacífica.
También en La Demanda
El problema entre ganaderos y el lobo no es exclusivo de Las Merindades. En La Demanda, los ganaderos de ovino también tienen que luchar contra esta especie salvaje. Sin embargo, “los ataques ahora no están siendo muy fuertes”, ha reconocido el presidente de UPA, Gabriel Delgado, pero no porque haya desaparecido el problema. Los ganaderos están muy atentos, protegen a sus ovejas todavía más, y por eso se reducen los ataques. Además, algunos ganaderos no denuncian, pues es tanta la burocracia, y tantos los problemas administrativos, que no les merece la pena.
Delgado ha insistido en que el colectivo “está muy enfadado” con la administración, pues no busca soluciones. “Las explotaciones ganaderas actuales no pueden compartir espacio con el lobo porque no existe respeto”, ha asegurado. El lobo busca alimento, donde sea, y como la caza (ciervos, corzos…) escasea se tira a los animales domésticos, y da lo mismo el tamaño, ataca igual a ovejas que a vacas o potros. “La administración no está tomando medidas para solucionar el problema” y, cuando quiera darse cuenta, la ganadería habrá desaparecido, porque no es rentable.
Fuente. Burgosconecta.es
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