Interesante reflexiones sobre la caza de Christine Cunningham, cazadora de Alaska:
“La pregunta que más escucho sobre la es: ‘¿Cómo puedes amar a los animales y matarlos?’“.
“Me han llamado psicópata o asesina por ser un cazadora.
Estas palabras a menudo vienen de lejos, y entiendo el punto de vista”.
Christine Cunningham vive donde los días de verano, pero también las noches de invierno, son largos.
Si miras el mapa de Alaska, la península de Kenai está justo al lado de la ciudad más grande del estado, Anchorage. Pero en realidad, está a unas cuantas horas en auto.
“Es difícil para las personas conciliar el hecho de que, para vivir, otras criaturas deben morir”.
“Un cazador, especialmente en Alaska, donde la caza de subsistencia ha alimentado a las familias durante generaciones, mata a un animal para comer”.
“Personalmente, prefiero el término cosecha”. “Aunque es cierto que ‘matar’ tiene cierta honestidad sin excusas”.
Christine y su compañero, Steve Meyer, son cazadores.
“Hay otras definiciones de caza, como la caza de trofeos o el control de depredadores”.
“Pero esto no es lo que estoy haciendo”. “Los cazadores ‘cosechan’ animales de una manera sostenible”.
“La mayoría de la gente vive en áreas urbanas y no tiene una relación de primera mano con la naturaleza, mucho menos la capacidad de obtener alimentos de fuentes sostenibles”.
“Nací en Alaska, pero no crecí en una familia de cazadores”.
“Como la mayoría de las personas, iba a una tienda de comestibles para comprar comida”.
“Por omisión subconsciente, pensaba que no estaba comiendo animales que alguna vez habían estado vivos”.
“Me uní a una cacería de patos para saber qué significaba realmente comer carne, para ver si era capaz de matar y limpiar un animal”.
“Sentía que si no sabía lo que involucraba, sería una hipócrita, evitando la responsabilidad y haciendo la vista gorda a las realidades de la vida”.
“Tuve mucha suerte de encontrar a Steve como compañero. Ha cazado desde su infancia en Dakota del Norte”. “Y cuando comenzamos a cazar pájaros con perros, introdujo otra dimensión”.
“Un perro actúa como un medio entre el entorno doméstico y el salvaje”. Christine y Steve tienen nueve “perros de aves”. Dos labradores color chocolate recuperan aves acuáticas mientras que siete setters ingleses hacen un trabajo ligero en terrenos escarpados, encontrando y señalando aves, particularmente la perdiz blanca.
“Hay tres tipos de perdiz aquí. Pero principalmente buscamos a los de cola blanca”.
“En la temporada de caza de agosto a marzo, el límite permitido pueden ser de cinco a diez aves por día, pero rara vez llevamos a casa tantas.
La cantidad puede ser verificada por un funcionario de manera aleatoria, pero no es un requisito legal presentarlas”.
“La cacería es administrada para lograr un rendimiento sostenido, proporcionando comida a muchas familias de Alaska”.
“Algunas cazas están abiertas al público en general, pero otras son solo de permiso”.
“Además, la cantidad de ‘cosechas’ permitidas puede variar”.
Christine trabaja con grupos de conservación afiliados a la caza.
También participa en un programa de voluntariado en el estado donde los cazadores proporcionan un ala y la cola de cada perdiz que cazan.
Los biólogos usan las muestras para determinar la edad y el sexo de cada ave.
“Los administradores de la cacería mantienen el número general de animales bajo control, pero creo que el mayor beneficio a la conservación se hace a nivel individual”.
“Se dice que un cazador administra sus presas; se trata de lograr un equilibrio entre los animales y el medio ambiente”.
“En Estados Unidos en este momento, más mujeres se están convirtiendo en cazadoras que hombres”.
“Espero que esto ayude a cambiar la conversación sobre la caza”.
“La literatura de caza ha retratado una historia de ‘héroes masculinos’ en gran parte”.
“Pero basada en mi experiencia, creo que la narrativa debería enfocarse más en la ‘responsabilidad individual’”.
“Nunca es fácil quitar la vida. Nunca”.
“Pero es necesario”
“Y quiero enfrentar esa realidad con bondad, no con violencia”.