Desveda – Entre corzos, ciervos y jabalís, las tres especies de caza mayor que pueden ser abatidas por los aficionados en Euskadi, es esta última la que cuenta con un mayor número de seguidores en Gipuzkoa que hasta el próximo mes de febrero pueden practicar esa modalidad hasta finalizar la campaña de caza.
La campaña de jabalís que se prolonga en la provincia entre los meses de septiembre y febrero tiene la doble finalidad de permitir la práctica cinegética y la de regular las poblaciones de esta especie que los baserritarras repudian por los daños que causan en huertas y prados.
Episodios ocurridos en noviembre de 2016 cuando varios ejemplares llegaron al barrio de Intxaurrondo y a otras zonas urbanas de Donostia, llevaron a algunos sectores a señalar la “superpoblación” de jabalís existente tanto en Gipuzkoa como en Euskadi. Aunque reconoce que cada vez hay una mayor abundancia de jabalís “incluido este año”, el cazador, taxidermista y juez miembro de la Junta de Homologación de Trofeos de Caza de Euskadi, Rafa Sánchez, descarta las apreciaciones sobre el exceso de ejemplares, “al menos en la zona de Tolosaldea en la que me muevo yo”.
Su opinión es compartida por Rufino Eizmendi, vicepresidente de ADECAP, que considera que “la campaña de capturas viene ligeramente más baja que la del año pasado”, en la que se abatieron un total de 1.557 ejemplares y se avistaron un total de 2.804.
“Los cazadores de Leizaran y de los montes de Amasa apuntan que por el momento se está cazando algo menos que el año pasado, pero eso puede cambiar en función de la climatología”, señala Eizmendi, aunque reconoce que es posible que en algunas zonas las poblaciones se hayan regularizado tras los buenos resultados de la pasada campaña. “Por el momento no hay motivo de queja entre los cazadores”, que confían en cerrar la temporada con un número de capturas similares.
Actividad reguladora
Las opiniones sobre la mayor o menor presencia de ejemplares contrastan con las peticiones realizadas por los sindicatos agropecuarios ENBA y EHNE a la Diputación de Gipuzkoa para que controlara la superpoblación ante los daños continuados en huertas y prados.
Para intentar poner freno a esos destrozos, la actividad cinegética constituye la mejor manera de controlar las poblaciones de jabalís. Para ello existe un convenio entre la Diputación foral y la Federación de Caza de Gipuzkoa que fija en 53 el número de cuadrillas con licencia para practicar esta modalidad de caza mayor en toda la provincia.
El propio Sánchez integra una de esas cuadrillas que abatió en Monteskue, en Tolosa, una de las piezas que sumó 108 puntos para ser reconocida con una medalla de plata. El juez homologador ha realizado esta temporada la valoración de otra pieza que ha obtenido idéntico galardón y añade que “otros doce o catorce jabalís abatidos en Gipuzkoa han estado muy cerca de ser reconocidos como medallas de bronce, pero apenas les ha faltada un punto o punto y medio”, asegura.
Para otorgar esos reconocimientos, que pueden ser de oro, plata o bronce, la Junta de Homologación de Trofeos de Caza de Euskadi tiene en cuenta parámetros objetivamente cuantificables como el peso, las medidas o las dimensiones de los colmillos y amoladeras de la pieza abatida, así como otros aspectos subjetivos en torno a la forma, color o belleza.
El número de capturas parece estar algo por encima de la media en los cotos de Araba, donde el Presidente de la Junta de Homologación de Euskadi, Roberto González, califica la campaña de “excepcional. En tan solo dos cotos llevan cazados bastante más de 300 jabalís”.
El que fuera responsable de los planes de gestión del jabalí y el corzo en esa misma provincia, el biólogo Florencio Markina, opina que “se puede superar el récord del piezas del año pasado, que se cifró en 2942 ejemplares cazados”.
Aunque los cazadores en general se decantan por abatir ejemplares machos y tanto Sánchez como Eizmendi consideran que “es bueno que salgan más machos que hembras, apuntan que “si matas una hembra en febrero puedes matar también a siete u ocho crías”, ya que están en su período de cría. Por esa razón se decantan por no prolongar tanto la veda de jabalí y Sánchez se inclina por cerrarla “hacia el mes de enero”.
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