El próximo 15 de abril será un día importante para cazadores y pescadores, no en vano se agruparán frente al Teatro Arriaga para expresar su malestar por el tratamiento que están recibiendo. Un evento donde el colectivo denotará su poder de convocatoria una vez más y las reivindicaciones aflorarán con inusitada fuerza. Son muchas las causas: porque una parte de la sociedad causante de la degradación del ecosistema terrestre no tiene ningún pudor de acometer contra ellos como responsables directos de parte del desequilibrio ecológico. Porque al socaire del ecologismo y a mitad de camino entre el sentimentalismo y la cursilería se permiten llamarles poco menos que asesinos porque abatir un animal salvaje les parece poco menos que un crimen. Porque la contrapasa está cerrada en la C.A.V. y en otras comunidades se permite cazar las torcaces hasta mediados de marzo. Porque la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad es beligerante con sus derechos. Porque se pretende prohibir la caza de la codorniz o cuando menos postergar aun más su desveda. Porque se está transmitiendo a la sociedad una imagen irreal y estereotipada de la caza. Porque los cazadores vizcainos de mayor estas siendo pisoteados. Porque tenemos algunos políticos oportunistas incapaces de gestionar la caza y pesca y de generar vida silvestre. Porque día a día se están produciendo nuevas prohibiciones sin base conservacionista alguna. Porque todo lo que nos llega de la administración son malas noticias para nuestros intereses. Porque el hombre continúa envileciendo y desvalijando el campo en detrimento de la fauna. Porque el tan manido cambio climático hace prever un cambio de escenario para las migradoras. Porque los ríos contaminados no tienen capacidad de generar vida acuícola. Por esto y mucho más es fácil comprender que cazadores y pescadores estén cabreados y quieran buscar solución a sus problemas. Porque mientras haya un solo dirigente político beligerante con sus derechos no habrá paz entre cazadores y pescadores. De ahí que a nada que el tiempo acompañe las inmediaciones del Teatro Arriaga de Bilbao serán un hervidero de aficionados y simpatizantes dispuestos a garantizar con su presencia el futuro de sus aficiones.