La manifestación de Donostia y las concentraciones de Bilbao e Iruñea reunieron a más de 20.000 cazadores que pidieron el cese de las agresiones de grupos animalistas y de la inacción de los políticos
“La respuesta de aficionados y colectivos que defienden la caza ha sido masiva y estamos muy satisfechos por la respuesta obtenida”. Con estos términos han calificado responsables federativos, cazadores y aficionados que secundaron la manifestación de Donostia o las concentraciones llevadas a cabo en Bilbao e Iruña el pasado domingo con el lema genérico de ‘Sí a la caza. Una forma de vida’, que tenían la finalidad de exigir el cese de las agresiones de las que son objeto por parte de grupos de animalistas, además de denunciar la inacción de las administraciones públicas.
Estas movilizaciones que fueron convocadas por la Real Federación Española de Caza, secundadas por las federaciones territoriales y apoyadas por colectivos como ADECAP- Asociación para la Defensa del Cazador y Pescador, la Oficina Nacional de Caza, sindicatos agrarios y decenas de colectivos, reunieron a unas 100.000 personas en la cuarentena de movilizaciones llevadas a cabo. Casi una quinta parte de ellos, 10.000 en Donostia, 5.000 en Bilbao y 6.000 en Iruñea, secundaron los llamamientos realizados en Euskal Herria.
Las movilizaciones mostraron la fuerza de este sector que agrupa en Euskadi a más de 50.000 aficionados a la caza y que tiene un impacto económico de 300 millones de euros al año. Además reivindicaron esta actividad como una forma de vida para muchas familias por lo que reclamaron el orgullo de ser cazador.
La concurrida manifestación de Donostia, que partió de la plaza Easo y , tras recorrer el centro de la ciudad finalizó en los jardines Alderdi Eder, frente al Ayuntamiento, fue secundada por diferentes plataformas, fundaciones, asociaciones y más de 80 sociedades de cazadores de Gipuzkoa.
La jornada que se desarrolló con carácter “festivo y reivindicativo”, según apuntan el vicepresidente de ADECAP Rufino Eizmendi y el cazador pasaitarra Txema Sánchez, mantuvo la base de las reivindicaciones generales planteadas en la convocatoria. Los asistentes, además, tuvieron presentes demandas circunscritas al propio territorio.
Recuperar espacios
“Además de mostrar la necesidad de apoyar la caza en Euskadi, reivindicarla como una actividad perfectamente legal y mostrar el hartazgo de los cazadores con los políticos y con los animalistas”, Sánchez y Eizmendi apuntaron que en la movilización “también tuvimos muy presente la imposibilidad de cazar que existe en Ulia, a pesar de que una sentencia del Tribunal Supremo” que da la razón a la Federación Gipuzkoana de Caza para poder recuperar la actividad cinegética en esa zona tras cinco años de prohibición.
La reducción de zonas en las que la caza ha sido una actividad habitual es uno de los motivos de queja de Eizmendi. “Es necesario realizar estudios en cada caso y, en aquellas zonas en las que sea posible, hay que recuperar los espacios que han sido cerrados. Gipuzkoa es un territorio muy pequeño y ya estamos muy limitados”, lamenta.
Una queja similar es la que se produjo en la concentración desarrollada en la plaza Arriaga de Bilbao, donde estaban convocados cazadores de Bizkaia y Araba. Entre las exigencias de los aficionados congregados destacó el rechazo al cierre de la actividad cinegética en lugares donde su práctica es legal. En concreto, criticaron con dureza la decisión del Ayuntamiento de Bermeo de prohibir la caza en el monte Arronategi, a pesar de tratarse de una práctica legal, ya que la competencia de su gestión corresponde a la Diputación de Bizkaia.
Cabreados
Las críticas hacia los políticos también llegaron por parte de Juan Antonio Sarasketa, presidente de ADECAP y fundador y presidente de honor de la Oficina Nacional de la Caza (ONC), que apuntó a la Administración porque “es la que tiene la llave de todos nuestros problemas”, al poner trabas a la prórroga de la paloma o las continuas y progresivas prohibiciones que han provocado que “todo el colectivo esté cabreado”.
Además de defender su derecho para desarrollar “una actividad legal y perfectamente regulada”, según apuntó el presidente de la Federación Navarra de Caza, Ángel Remírez, los asistentes a las movilizaciones en Iruñea exigieron el respeto por parte de grupos animalistas que, amparados en el anonimato y en la libertad de expresión, atacan de forma indiscriminada a todo el colectivo de cazadores.
Remírez, que realizó su alocución en medio de la marea naranja que formaban los 5.000 petos de seguridad que vistieron otros tantos cazadores que secundaron la concentración, exigió además el “respeto a una afición, unas tradiciones y una forma de vida arraigada profundamente en el alma popular”. Aseguró también que “practicamos una actividad ética y sostenible y, además, perfectamente regulada” por lo que “no vamos a tolerar más ataques, más presiones ni más engaños que amenacen una actividad loable y tan antigua como la caza”, en referencia a “colectivos animalistas, ahora amparados por algún partido político […] que respectamos como opción política o de opinión”.
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