Joseba Kerejeta, es, actualmente, el campeón individual absoluto del mundo de pesca submarina y hace escasas semanas se alzó con noveno título de Euskadi. Aún así, este durangarra, asegura que ???el hecho de ser campeón del mundo no me ha ayudado mucho en el tema económico???, y admite estar ???con las puertas abiertas y a la espera de que alguien me ayude en este tema???.
– ¿Cómo es el mundo debajo del agua?
– Muchas veces, mejor que el de la tierra. El mundo submarino es impresionante, muy bonito y, a medida que vas conociendo cómo funciona, es mucho más enriquecedor.
– ¿En qué consiste un campeonato de pesca submarina?
– Bueno, pues un campeonato de pesca submarina consiste en dos días de competición en las que debes capturar el mayor número de peces. Tú eliges el tipo de pez y el tamaño del mismo, aunque existen limitaciones y cupos establecidos en la normativa.
– ¿A qué distancia se dispara a los peces?
– Esto depende del arma que utilice cada uno, pero lo máximo que te puedes acercar a un peces son dos metros, aproximadamente.
– ¿Cómo fueron tus inicios en este deporte?
– Yo veraneaba en la playa y, como a todos los chavales, a mí también me gustaba ir con mis gafas de buceo, las aletas y el tubo para respirar. Además, siempre me ha gustado la caza y ese instinto de depredador, pero, poco a poco, me fui distanciando de la caza y adentrándome en el mundo de la pesca submarina.
– ¿Cuál es la pieza más grande que has capturado?
– Lo más grande que he capturado ha sido un marlin negro, en Baja California, de 220 kilogramos que ostenta el título de récord mundial.
– Seguro que a lo largo de estos años has viajado mucho. ¿Cuáles son las mejores aguas que conoces para pescar?
– Me quedo con la Polinesia, tanto por la calidad de las aguas, como por la cantidad de peces que te puedes encontrar. Además, la gente de allí es muy amable.
– Y, en esos viajes, ¿has hecho muchos amigos por el mundo que compartan tu afición?
– Sí, muchísimos. He conocido a grandes pescadores y he vivido momentos inolvidables como nadar con delfines o tiburones. Ya no sólo es la competición en sí, sino que también disfrutas en el día a día.
– ¿Cuántos días sales de pesca al año?
– No lo sé, no te puedo decir exactamente cuántos días, pero muchos. Yo diría que una media de cuatro días por semana.
– Y, ¿has sufrido algún accidente mientras pescabas?
– Sí. Me acuerdo, por ejemplo, que en mis inicios, una vez tuve un desmayo en el agua y estuve a punto de ahogarme, pero mis compañeros estuvieron atentos y me salvaron la vida.
– ¿Cuánto tiempo puedes estar sumergido debajo del agua?
– Yo creo que no depende de cuánto aguantes sumergido. En mi opinión, es más importante ser eficaz el tiempo que estás debajo del agua. Hay que tener cuidado y saber muy bien dónde están las limitaciones de cada uno.
– ¿Qué ayudas recibe un campeón del mundo para poder dedicarse plenamente a la pesca submarina?
– Pues, si te digo la verdad, no cuentas con gran ayuda. Cuando llegué a proclamarme campeón hubo alguna que otra institución que me ayudó. Pero en estos momentos estoy en ???pausa???, aunque sigo con las puertas abiertas a la espera de que me llegue alguna ayuda, ya que se tienen muchos gastos en este deporte.
– ¿Existe alguna relación entre la pesca submarina y la caza?
– Sí, existe muchísima relación. Un buen cazador o un buen pescador, primero, tienen que conocer muy bien a su presa y, además, ambos deben ser capaces de acocarse sin que el animal se de cuenta y acertar en el disparo.
– ¿Qué tipo de caza te gusta más?
– Yo prefiero la caza de acoso como, por ejemplo, la de la perdiz y la codorniz. Es una modalidad muy bonita. Además, yo soy una persona muy activa, por lo que me gusta hacer ejercicio y en este tipo de caza se anda mucho por el monte acompañado por el perro.
– Y, por último, ¿que les dirías a aquellos que creen que tanto cazadores como pescadores actuáis en contra de los derechos de los animales?
– En mi opinión, mucha gente habla, más que nada, por ignorancia. Tanto los cazadores, como los pescadores amamos la naturaleza, aunque en todos los sitios existen excepciones. No obstante, creo que es mucho más digno comer un animal que ha vivido en libertad y ha sido cazado que un animal que haya sido criado industrialmente.