El proyecto «Semillas» ratifica las sospechas de los cazadores

ONC.- El Proyecto ???Identificación y cuantificación de los efectos de los plaguicidas agrícolas en la perdiz roja en España??? que patrocinan la ONC y RFEC, con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, comenzó su fase de investigación a primeros de abril en el IREC y ya ha dado los primeros resultados, muy preocupantes, según se desprende del informe parcial que han publicado y  que el equipo investigador ha entregado a FEDENCA, coordinadora de este proyecto de ejecución.
 
Los primeros resultados preliminares obtenidos en el IREC por el equipo de Rafael Mateo, tras dos meses de experimentación en la granja ubicada en la Dehesa de Galiana (Ciudad Real), ya han demostrado que la sospecha de los cazadores sobre ciertos productos agrícolas estaba muy fundamentada. Los efectos de alguno de estos tres compuestos: dos fungicidas (tiram y difenoconazol) y un insecticida (imidacloprid), utilizados en el blindaje de semillas, son letales para nuestras perdices, según se desprende del informe dado a conocer por ese equipo investigador. Los cazadores buscan con éste y otros proyectos concordantes (genética, mapa de pureza, niveles hormonales de la perdiz, etc.) frenar el declive de la reina de la caza menor antes de que llegue a desaparecer.

Los antecedentes se remontan a varias décadas atrás en el declive experimentado por las aves en ambientes agrícolas de Europa occidental. Fue por ello que Reino Unido realizó varios estudios sobre la perdiz pardilla (Perdix perdix) que reflejaban la disminución significativa de éstas a causa de los cambios en la agricultura.

En el caso de la perdiz roja (Alectoris rufa), la tendencia de las poblaciones naturales es difícil de establecer debido a las numerosas sueltas de perdices de granja que dificultan la tarea de realizar seguimientos fiables de la evolución de los tamaños de población, pero estudios de FEDENCA indican que la disminución de las capturas en zonas en que no se repuebla ha estado entre el 40 y el 100% con respecto a las capturas en 1980.

Son los fitosanitarios, usados como blindaje para las semillas los que causan estos efectos, ya que dada la escasez de grano y otros recursos alimenticios, las semillas de siembra constituyen un porcentaje muy elevado de la dieta de estas aves.

La ingesta de estas semillas, dependiendo del tipo de compuesto y la dosis con que hayan sido tratadas así como de la cantidad ingerida, podría acarrear consecuencias graves, desde la pérdida de condición corporal, pasando por la alteración del metabolismo, la disrupción del sistema endocrino o la disminución de la eficacia de la respuesta inmunológica, hasta llegar a la reducción del éxito reproductor o incluso la muerte del animal.

Hoy en día, aunque la mayoría de insecticidas han sido prohibidos en España, existen otros muchos compuestos en uso de diversas familias químicas de los que se ha reconocido sus efectos adversos.

Con el proyecto «Semillas», la ONC y la RFEC tratan de identificar experimentalmente los posibles efectos adversos en aves cinegéticas, y en particular en la perdiz roja, de los fitosanitarios empleados para el blindaje de semillas. Para obtener los resultados, emplean la misma vía de exposición que existe en el medio natural, es decir, los fitosanitarios aplicados sobre semillas de trigo que posteriormente han administrado a las perdices como alimento.

Las primeras consecuencias han ratificado las sospechas de los cazadores: los fitosanitarios producen en las perdices una tasa de mortalidad considerable, pérdida de peso significativa y reducción y deterioro en el esfuerzo reproductor de las hembras, afectando al tamaño de los huevos.