Las restricciones impuestas esta temporada de pesca en Asturias y que obligan a reducir el cupo de salmones a tres ejemplares por pescador, estableciendo un periodo de pesca sin muerte, han conseguido que se haya incrementado el número de salmónidos en el río, la mayoría de ellos añales y que subirán las aguas para desovar garantizando así que se mantenga la especie. Ese es el balance que hacen, tras el cierre de la temporada salmonera de pesca con muerte, la mayoría de las asociaciones.
Aunque las capturas globales de la temporada han pasado de 356 salmones capturados en 2009 a 256 en este año, los aficionados afirman que no se trata de un mal dato, si se tiene en cuenta que han disminuido las jornadas de pesca y que sólo se ha podido pescar con todos los cebos durante un mes y medio. Los más críticos con la norma del Principado señalan que esta temporada, la mayoría de los salmones se han quedado sin capturar en el río por las muchas trabas impuestas a los pescadores.
A pesar de las críticas, las principales sociedades de pescadores de Asturias admiten que esas restricciones, impuestas por primera vez este año, han hecho posible la recuperación de la especie en el Principado. Aunque recuerdan a la Administración que debe cumplir con su palabra de ampliar la vigilancia en los ríos.
El vicepresidente de la Real Federación Asturiana de Pesca fluvial, Avelino Menéndez ve necesario que se continúe con esta normativa para los próximos años ya que «si seguimos pescando como hasta ahora, en tres años no quedará ni un ejemplar. Tenemos que convencernos de que el futuro de la pesca es la etapa conservacionista», remata Menéndez.
Finalmente, será la época del desove la que aclare si realmente todas las restricciones impuestas por la normativa han hecho aumentar el número de salmones en los ríos asturianos.