A veces hay que adoptar una actitud solidaria ante una causa justa y racional. Hoy por ti, mañana por mí, máxime en materia de caza, donde los problemas afloran cuando menos se espera, y lo que hoy a algunos no les toca en su pequeña parcela mañana puede afectarles. La unión, el cooperativismo es tan importante en materia de caza que si no lo denotasen con fuerza, como lo vienen haciendo en Dima y lo hicieron en las manifestaciones de Donosti y Madrid, es probable que algunos partidos políticos lleguen a cuestionar la práctica de la caza. También es cierto que, llegado el hipotético caso, el tan añorado por muchos partido político de los cazadores sería una realidad. La pérdida de pequeñas batallas siempre es un estímulo para los que no comulgan con la caza y eso no es bueno para los cazadores en general. Cuatro grandes problemas tienen los cazadores sobre la mesa: Ley Vasca de la Caza, accidentes de circulación por atropello de animales salvajes, reglamento de armas y contrapasa.
Hoy me voy a referir al tan manido tema de la contrapasa. En su fecha estuvo prohibida, se manifestaron con fuerza los cazadores en Donosti de la mano de ADECAP y se logró que el Congreso modificase la ley para que Vizcaya y Guipúzcoa autorizase la caza. Se volvió a prohibir a instancia de los grupos ecologistas y los cazadores, de momento, a verlas pasar. ¿La solución? Tratar de incidir nuevamente en la modificación de la norma europea con la presentación de firmas. ¿Cuántas firmas? Todas, cuantas más, mejor. ¿Dónde hacerlo? En las sociedades de caza y armerías. De lo contrario, y sin llegar a aquello de que cada palo aguante su vela, alguno tendrá que ir pensando en reforzar sus mástiles para cuando le vengan mal dadas.