Preocupación por la disminución de aves ligadas a medios agrarios

La reducción es atribuida a las actuales técnicas agrícolas porque está demostrado que también afecta a especies no cinegéticas

J. Zengotitabengoa
La tendencia regresiva que desde hace más de dos décadas se está evidenciando en las poblaciones de aves ligadas a medios agrarios, es un motivo de preocupación tanto para los cazadores, como para los agricultores, los ornitólogos o los conservacionistas. Aunque en ocasiones se ha atribuido a los cazadores su responsabilidad ante el descenso continuado de esas especies, está demostrado que las causas tienen su origen en los nuevos hábitos agrícolas.

Estas afirmaciones quedan demostradas “porque la situación afecta tanto a especies cinegéticas como la perdiz o la tórtola que a pesar de ser migratoria está muy vinculada a ese tipo de hábitats, como a otras especies que no tienen nada que ver con la caza como el sisón o el alcaraván”, según sostiene Carlos Díez, doctor en veterinaria y director de la publicación digital Ciencia y Caza.

Entre las causas relacionadas con la regresión de estas poblaciones de aves, Díaz señala que “con la intensificación de la agricultura se han producido actuaciones que han sido muy agresivas con los medios agrarios”. Entre las más significativas señala “las concentraciones parcelarias, porque cada vez se utiliza maquinaria de mayor tamaño que ha originado la desaparición de linderos y zonas de intersección entre fincas que constituyen espacios de refugio, de alimentación y de nidificación para algunas especies”.

Una consecuencia de las concentraciones parcelarias es la proliferación de monocultivos. La supresión de las variedades que ha provocado que la dieta de las aves resulte incompleta, el uso de plaguicidas y de herbicidas, así como la disminución de insectos que son parte de la alimentación, por ejemplo, los pollos de la perdiz roja durante sus primeros días de vida ya que les aportan gran parte de las proteínas que requieren para su crecimiento, son algunos de los aspectos que inciden en la disminución de las poblaciones.

Reducción de cupos

Díez es consciente de que “el mantenimiento en algunas zonas de los actuales cupos de aprovechamiento establecidos para la perdiz, la codorniz o la tórtola, que son los mismos que hace 20 o 30 años, también generan un impacto negativo en las poblaciones”.

Sostiene sin embargo que, ante las demandas de moratoria de caza que reclaman los ecologistas por la incidencia negativa de la actividad cinegética, “eso no va a contribuir a solucionar el problema y, de hecho, los cazadores somos los primeros que estamos tomando medidas. El problema de fondo es el deterioro del hábitat y para hacer frente a la situación sería necesario apostar por una agricultura más sostenible”.

Como ejemplo de ello señala la proliferación de actuaciones encaminadas a paliar el problema, “muchas de ellas promovidas por los propios cazadores y que están consiguiendo buenos resultados”. Entre las medidas encaminadas a paliar la regresión que afecta a diferentes especies cita una iniciativa que se está desarrollando desde hace varios años en Inglaterra, consistente en premiar a los agricultores que mantienen linderos entre parcelas o que dejan zonas en barbecho para beneficiar a determinadas especies en un tiempo relativamente corto.

Ese proyecto denominado Interfield y en el que ha tomado parte la Fundación Artemisan que promueve la gestión y conservación de especies de fauna y flora, consiste en la monitorización de fringílidos que no son especies cinegéticas pero que se benefician de esas iniciativas, del mismo modo que las perdices, las liebres y otras especies. “Lo que se trata, en definitiva, es dar una solución a ese problema de fondo”, señala Díez.

Nuevo éxito de la Jornada de Caza de Trebiñu celebrada en Uzquiano

J. Z.
“Un completo éxito y un gran ambiente”. Así de rotundo se muestra Pablo López de Eguilaz, presidente de la sociedad Santa Coloma La Ricaya que organizó la quinta edición de la Jornada de Caza del Condado de Treviño, celebrada el pasado sábado en Uzquiano. La cita congregó a más de 5.000 personas, lo que anima a sus responsables para “ponerse las pilas de cara a la próxima edición” que fiel a su periodicidad bienal tendrá lugar en 2021.

El completo programa de actividades elaborado por los organizadores contemplaba tanto puestos de expositores de ganado, entre los que se incluyeron una quince de lotes de yeguas y potros; más de una veintena de puestos de artesanos que acercaron los más variopintos productos, además de exhibiciones de vehículos 4×4 o de deporte rural.

Esta cita que comenzó en 2011 con un pequeño programa que se ha ido creciendo con el paso de las ediciones, estuvo propiciada porque “la cuadrilla de jabalí del club acudía a diferentes campeonatos se animó a organizar un concurso de perro de rastro de traílla sobre jabalí”, señala López de Eguilaz

Esa iniciativa pionera todavía se mantiene y en la edición de este año los ganadores en categoría masculina fueron Iván González y Jana, seguidos de Gustavo Angulo y Paco y de Arkaitz Etxarri y Pumuka. En categoría femenina se impusieron Leire Ogueta y Perla; seguida por Uxue Olabe y Tel y la tercera plaza fue para Tzaitel Aldasoro y Landa.

Otro campeonato que se mantiene desde la primera edición es el de tiro a plato que en esta ocasión tuvo como ganador a Benito Javier Santos, mientras que la segunda plaza fue para Alain Pedrosa y la tercera para Rolando Bruzos.

La jornada contó además de con exhibiciones de perros de muestra y perros pastos, sesiones de tiro con arco y diferentes demostraciones, así como actividades dirigidas en exclusiva para los más pequeños que completaron una cita que resultó de gran atracción para disfrutar en familia.