¿Se puede predecir la abundancia de becadas en función del clima?
La becada es un ave cinegética eminentemente migratoria, a pesar de la existencia de poblaciones reproductoras. Llega a la Península para pasar el invierno procedente del norte y este de Europa, siguiendo rutas migratorias de miles de kilómetros que cada vez son mejor conocidas gracias a proyectos de investigación que se apoyan en las nuevas tecnologías como los sistemas GPS para efectuar precisos e interesantes seguimientos.
Parece evidente, aunque en ciencia no todo lo evidente se convierte en realidad o al menos cuenta con numerosos matices, que el clima en las zonas de procedencia puede ser determinante a la hora de predecir la abundancia invernal de becadas en nuestro país.
Un estudio publicado por Guzmán y Arroyo el pasado año trató de establecer ese papel del clima. Para ello tuvieron en cuenta datos aportados por cazadores voluntarios durante 21 jornadas cinegéticas, considerando el número total de becadas observadas durante los días de caza, dividiéndolo entre el número de horas de caza, para establecer un índice cinegético de abundancia.
Además recogieron la temperatura, lluvia y días con nieve en Mayo, Junio y Julio en las zonas de cría y en Diciembre y Enero en las zonas de invernada.
Los autores observaron que los mejores modelos de predicción encontrados, incluían el número de días de lluvia en Mayo y Junio y la temperatura de Julio como relevantes.
Además, todas las variables consideradas se correlacionaron positivamente con la abundancia excepto la temperatura de julio. El valor máximo de predicción alcanzado fue de 0,76.
Los resultados son muy interesantes puesto que pueden ayudar a mejorar la planificación y gestión de los aprovechamientos cinegéticos de la especie de antemano, en base a los datos conocidos del clima, tanto de las zonas de cría como de las zonas de invernada.
Fuente. Ciencia y Caza
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