El Museo de la Industria Armera de Eibar (Gipuzkoa) se ha dedicado durante los últimos años a la conservación y difusión de la memoria histórica y el patrimonio industrial de un pueblo de gran tradición armera. Recientemente ha cumplido su cuarto aniversario, una ocasión a la que Desveda.info no quiso faltar.
El mismo día en el que el Museo cumplía cuatro años, el 18 de enero, la concejala Nerea Alustiza nos mostraba las instalaciones del mismo en una visita privada. Nos sentíamos como unos privilegiados al poder movernos por todo el recinto sin más compañía que la del silencio, roto en la mayoría de ocasiones por las explicaciones que Nerea nos daba de los objetos o de las diversas historias que entrañaban.
Una vez detallados los pormenores en cuanto a espacio del museo, visitantes o actividades, la concejala se centró en narrarnos la historia de la Villa de Eibar. Para ello se remontó al año 1910, cuando un grupo de eibarreses comprendieron la necesidad de crear una escuela de formación en la que práctica y teoría de los diferentes trabajos y especialidades de la industria eibarresa fueran de la mano. Así fue como surgió la Escuela de Armería. Junto a éste, surgía la necesidad de contar con un museo de armas que sirviera como herramienta pedagógica para los alumnos, además de ser un buen escaparate de los productos de la villa.
Así fue que el 24 de junio de 1914 se inauguraron las instalaciones del museo de armas, a la vez que se publicaba el primer catálogo «Inauguración del Museo de Armería de la Villa de Eibar». En ese momento contaban con 580 armas de fuego, cortas y largas, seis modelos de armas blancas y diferentes trabajos de mecánica realizados por los alumnos de la escuela. Parte de la colección, que iba siendo enriquecida con las donaciones de modelos de la industria local y adquisiciones realizadas al efecto, se perdió en 1936 cuando una muestra mandada a la Exposición Internacional de Armería de 1936 de París no pudo regresar a causa de la Guerra Civil.
Tras la guerra el museo permaneció en el olvido hasta 1960. Muchas de sus armas se perdieron durante la contienda y en el periodo de posguerra. En 1960 el entonces director de la Escuela de Armería, José Ormaechea, convocó una reunión con antiguos fabricantes de armas eibarreses, a fin de constituir una comisión que se ocupara de la reorganización y ampliación del Museo de Armas. Asímismo, se acuerda investigar los diferentes procesos de fabricación de las piezas que partieron a la Exposición Internacional de Armería de París de 1936 que finalmente son recuperadas gracias a las gestiones realizadas por el armero José de Uria.
En la celebración de cincuentenario de la la fundación de la Escuela de Armería fue un acicate para la consolidación del museo. La Comisión de Armeros y la Dirección de la Escuela hizo encargo específico a José Ormaechea para proseguir consolidando el museo. Ese año se integró a la comisión el Director del Banco de Pruebas Carlos Ruíz, que continuaba la colaboración de su antecesor José Junquera Quintía. Se procede a realizar peticiones de piezas a armerías y a jefes de estado extranjeros, muchos de ellos de países árabes. Las empresas armeras como Armas Bost, Victor Sarasqueta, Star-Bonifacio Echeverria, Astra Unceta y Compañía, Gabilondo, etc. donaron algunas armas de sus producciones más recientes. El rey de Arabia Saudita también contribuyó al aumento de la colección con cuatro fusiles. Tras cuatro años de intenso trabajo el museo quedó organizado.
Coincidiendo con el 50 aniversario, se edita el segundo catálogo con diversos artículos relacionados con las armas aparte de un minucioso inventario e historial de armas existentes en el museo.
Las nuevas instalaciones
En el año 2000, después de diversas conversaciones y de perfilar el viejo proyecto de abrir un museo en Eibar que pudiera mostrar la riqueza industrial e histórica de la ciudad, la Escuela de Armería donó la colección de armas al Ayuntamiento de Eibar.
Se comienza la gestión del proyecto del museo de armas con su ubicación en la 5ª planta de la nueva casa de cultura Portealea, que ocupa los pabellones industriales del edifico AYA. El 18 de enero de 2007 se inaugura la primera parte del museo, formando parte del proyecto ??ibar, ciudad taller que entre otros objetivos está la conservación y la difusión de la Memoria Histórica y el Patrimonio de la localidad. Cuenta con importantes donaciones de el Dpto. para la Innovación y de la Dirección General de Cultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa y del Dpto. de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno Vasco, así como de donaciones particulares.
El 13 de mayo de 2009 se inauguro la segunda parte del museo en el que se incorporan elementos audiviosuales que narran la vida del pueblo armero desde el siglo XIV hasta nuestros días. Está ampliación suma 700 m² más a los ya existentes haciendo que la superficie total sea de 1.200 m². El ámbito histórico tiene su comienzo en el siglo XIV, en lugar del XVI como tenía anteriormente. Se hace hincapié en los aspectos sociales y económicos de la industria a través del tiempo, así se destaca el papel de la sociedad gremial y como esta paso a la industrial, a los movimientos sociales y tecnológicos.
La extensa colección de armas y una gran variedad de productos fabricados en Eibar (bicicletas, motos, máquinas de coser) conforman el eje central del Museo. Su principal objetivo es la conservación y difusión de la memoria histórica y el patrimonio industrial de un pueblo de gran tradición armera, ofreciendo al visitante, un recorrido por el devenir de la historia industrial eibarresa, desde el siglo XIV hasta nuestros días.