La región de Trentino es un paraíso para la pesca
El gasteiztarra Luis Villas considera excepcionales las condiciones que ofrece esa región italiana para la práctica piscícola
J. Zengotitabengoa
Después de haber practicado la pesca en diferentes zonas de Europa como Alemania, Finlandia, Andorra, Francia, Croacia, Eslovenia, Austria o Italia, así como en ríos de Chile o de Alaska, el gasteiztarra Luis Villas se decanta por la región italiana de Trentino, en el norte de Italia, como “uno de lo paraísos de la pesca por las excepcionales cualidades que ofrece para el aficionado”.
Tras una primera visita en 2018 que fue relativamente satisfactoria, a la que acudió después de disputarse en la zona el Mundial de Pesca a mosca que ganó la selección española, Villas repitió el viaje el pasado año y, en esta ocasión, el resultado fue “enormemente satisfactorio. Creo que Austria e Italia son los dos países más adecuados para practicar la pesca y en ambos casos tienen unas condiciones excepcionales, aunque se diferencian en que en Austria la gestión de los ríos es privada y la misma corresponde a los establecimientos hoteleros”.
Durante el viaje realizado a esa región al sur de los Dolomitas el pasado mes de septiembre, Villas tuvo la oportunidad de disfrutar en “ocho sitios diferentes” en ríos como el Sarca, el Ala, el Adige, los lagos Nambino y Nembia o la reserva de Arnó donde “hay mucha pesca, pero hay que trabajárselo mucho”. Asegura que “se trata de una región muy extensa, que cuenta con infinidad de valles y de pequeños ríos, algunos de los cuales están en lugares tan remotos que para llegar a ellos es necesario contratar los servicios de un guía”.
Los cauces fluviales de Trentino ofrecen la oportunidad de disfrutar con la pesca de especies como la trucha arco iris, que ha sido potenciada en algunos lugares en los que acuden muchos pescadores, y que, a pesar de que “en España está muy mal vista, la realidad es que es un pez que pelea muchísimo en relación a su tamaño”.
Grandes capturas
Sin embargo, Villas pone el acento en otras especies como la trucha común o la trucha marmorata que únicamente vive en algunas zonas de Italia y de Eslovenia “y que puede llegar a tamaños descomunales que superan los 20 kilos de peso”. También destaca la presencia de otras especies interesantes para la pesca como “el tímalo, un salmónido que no tiene nada que ver con la trucha, de boca pequeña y que entra a señuelos pequeños y que se pesca normalmente a mosca”, o el salvelino o trucha ártica “que puebla algunas cuencas de ríos de alta montaña y que tiene una librea espectacular”.
Aunque existen tramos de ríos en los que está permitida la pesca con muerte, en los que se admiten todo tipo de señuelos vivos como lombrices o saltamontes, Villas señala que “yo normalmente practico la pesca con mosca sin muerte porque viajo por diversión y no para comer. Casi siempre que voy, lo hago en tramos de ríos en los que esta es la única modalidad aceptada y, además, en estas zonas suele haber muchos más peces que en aquellas en las que está permitida la muerte”.
Para practicar esta modalidad de pesca con mosca sin muerte se utilizan normalmente cuatro disciplinas diferentes en función del señuelo utilizado. Villas apunta que “con la ‘mosca seca’ el pez toma el señuelo que flota en la corriente; con la ‘ninfa’, que es el estado primario de muchos insectos, el señuelo va sumergido; la ‘ahogada’ o ‘emergente’ se sitúa entre las dos anteriores; y el ‘streamer’ simula a un pececillo que se trae a tirones”.
Todos ellos tienen en común que los anzuelos utilizados carecen en la mayor parte de los casos del arponcillo para hacer el mínimo daño posible al pez, tanto en el momento en el que se pesca como al ser liberado. Algo similar sucede con la cucharilla, que es el señuelo metálico giratorio que normalmente tienen tres anzuelos, que ocasionalmente se utiliza en esta modalidad pero que para la pesca sin muerte únicamente está permitido disponer de un único anzuelo.
Atractivos turísticos
Para practicar la pesca en los ríos de Trentino, Villas reconoce que los meses ideales son los de mayo, junio o julio, aunque sostiene que “el mejor mes es septiembre” y aunque es conveniente tener en cuenta las vedas de cada zona, apunta que existen numerosos “tramos bajos de grandes ríos en los que se puede pescar casi todo el año”.
Desplazarse hasta esta zona resulta relativamente sencillo y económico, con numerosos vuelos low-cost al aeropuerto de Bergamo. “Por unos 700 u 800 euros es posible alojarse durante una semana a media pensión y tener permisos de pesca, aunque disponer de un guía puede suponer 100 euros diarios adicionales”. Pero si se quiere ahorrar ese último gasto “es muy conveniente estudiarse muy bien y con anterioridad las zonas elegidas”.
Además de ofrecer unos ríos que son cuidados con mimo “porque en la región son plenamente conscientes del volumen económico que llega a mover la pesca y se preocupan de que los ríos estén bien poblados de peces y vigilados”, Villas subraya las facilidades existentes para conseguir los permisos de pesca.
Trentino dispone también de interesantes alternativas culturales a la pesca “como la visita a la ciudad de Trento, que es preciosa” y la región ofrece también una excelente gastronomía. Por todo ello resulta una zona muy atractiva tanto para quienes disfrutan de esta afición como para quienes optan por otras preferencias turísticas.