N.G.- Como todos los años, y este 2011 no iba a ser una excepción, en el mes de mayo se llevará a cabo una de las dos convocatorias anuales para poder obtener la licencia de caza de Euskadi. Aún recuerdo mi examen: nervios, repasos de última hora, y mucha gente, muchísima gente en la Universidad de Sarriko, donde hice la prueba. El pasado septiembre, estuve en Ibaeta, en Donostia, viendo a los nuevos candidatos, todos jóvenes, todos con ilusión. Hablaban de palomas, de becadas, de poder acompañar al aita ya de una vez con la escopeta en la mano, de que aquellos días de morraleros iban a pasar a la historia…

Estos chavales no son conscientes de que son el futuro de la caza, savia nueva para una actividad que necesita rejuvenecerse para no quedar marchita. Que os quede bien claro que entráis a un mundo en el que os pondrán mil trabas, burocráticas y sociales, pero a la vez aterrizáis en un sitio mágico donde desarrollar vuestra actividad favorita.

No llenaréis los morrales de capturas y no os hartaréis de disparar como si estuvierais en un ojeo del sur peninsular, pero cazaréis en casa y no tendréis por qué gastar un dineral por un coto en el que quizás no haya nada. Vuestros movimientos serán más libres que en cualquier otro sitio.

A cambio, tendréis que acostumbraros a que la clase política pase olímpicamente de vosotros e incluso trate de poneros zancadillas para que no practiquéis lo que más os gusta y lo que se lleva practicando en esta tierra desde hace cientos de años. Pero vosotros tranquilos, ya habéis dado el paso más importante. Dejaréis la Play Station de lado durante muchos sábados y domingos de otoño e invierno y conoceréis gente increíble con la que viviréis experiencias únicas. Experiencias que prácticamente ninguno de vuestros compañeros de clase conozca jamás.

Por todo eso, ánimo chavales. Animo porque haciendo este examen y sacándoos esta licencia estáis diciendo a todo el mundo que sois cazadores.

No agachéis la cabeza y levantadla porque tenéis que estar orgullosos. No os deis nunca por vencidos y disfrutad de lo que os rodea, porque eso, y no otra cosa, es cazar.