El turismo fluvial conlleva impactos ambientales, evitables con una gestión apropiada, tales como, daños a la vegetación, molestias a la fauna, disminución de la población de invertebrados, erosión en las orillas, ruidos, emisiones de gases a la atmósfera y presencia de especies ajenas al ecosistema. Para combatir estos trastornos, el Gobierno de Navarra organizó ayer una jornada sobre la gestión del turismo en espacios fluviales con criterios de sostenibilidad medioambiental. El objetivo es la promoción de un turismo respetuoso con el medio ambiente que dinamice la economía en el mundo rural.
La jornada, a la que asistieron treinta personas, se enmarca en el Proyecto Lutra, dirigido a promover una metodología de gestión del impacto humano en ecosistemas fluviales y costeros.
El sistema de gestión ???Lutra??? se basa en el análisis numérico de las cargas ocasionadas por la actividad turística por zonas del espacio acuático. La herramienta permite comparar la carga actual con la capacidad de carga efectiva y las limitaciones que afectan a los niveles de uso. La herramienta está sustentada en un sistema de información geográfica gratuito para permitir un tratamiento de la información sencillo.
Los objetivos de este método son, el aprovechamiento de los recursos naturales con criterios de ordenación y gestión ambiental, el impulso de la calidad ambiental de las actividades turísticas y el fomento de la excelencia en la gestión de las empresas responsables.
Este proyecto está promovido por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña y en él colabora el Centro de Recursos Medioambientales de Navarra (CRANA) del Gobierno de Navarra.
La presentación de la jornada estuvo presidida por, Juan José Grau, director del Servicio del Agua del Gobierno de Navarra, y Josep M. Martí Climent, jefe del Servicio de Programación y Dinamización Rural de la Generalitat de Catalunya.
Las ponencias corrieron a cargo de: Ponç Feliu Latorre, gerente del Consorcio Alba-Ter, que expuso la experiencia del río Ter como recurso turístico; Javier Asín, director gerente del CRANA, quien se refirió a la participación de Navarra en el proyecto Lutra; Carles Santana, del Centre Tecnològic Forestal de Catalunya, que se encargó de la descripción del proyecto; Oscar García, de la misma institución, que hizo una presentación práctica de la herramienta de análisis del proyecto, y Angel Luís González, presidente de la Escuela Navarra de Vela, que explicó los modelos de gestión turística del embalse de Alloz y de la balsa de la Morea.
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