Bizkaia cuenta con su primer Manual de Buenas Prácticas Forestales, que informa de las diferentes acciones de promoción de la mejora de la gestión sostenible de los bosques del territorio histórico. Se trata de un documento financiado a través de un convenio de colaboración entre el departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia y la Asociación Vizcaína de Forestalistas del que ya se han repartido 6.000 ejemplares entre asociados, propietarios y gestores forestales y cuya buena aceptación impulsará, previsiblemente, una segunda edición. Los consejos, recomendaciones sencillas y esquemáticas sobre las tareas más usuales en la actividad silvícola, abarcan desde la plantación hasta la protección del entorno y elementos patrimoniales, pasando por labores de poda, entresacas, cortas o mantenimiento de pistas.
La Asociación de Forestalistas de Bizkaia, colectivo que agrupa más de 38.000 hectáreas de superficie forestal, ha sido la encargada de la edición del Manual de Buenas Prácticas Forestales, que tiene formato de folleto de 24 páginas en euskera y en castellano y que es la culminación de un proyecto de sensibilización forestal que ha contado con la colaboración del departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia.
En este sentido, el mantenimiento de los bosques de Bizkaia (persiguiendo, además del interés económico del monte como generador de riqueza, otros objetivos como el desarrollo de actividades de ocio, cultura y recreativas, como la caza o la pesca) es uno de los objetivos marcados por el departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia para la presente legislatura. A través de varias acciones:
Fomento de prácticas silvícolas e inversiones forestales que respondan a las demandas de la primera y segunda transformación de la madera.
Completar la totalidad del territorio bajo el sistema de gestión forestal sostenible. Actualmente, prácticamente la totalidad de montes públicos gestionados por la Diputación Foral de Bizkaia y una parte importante de los privados se gestionan bajo esta certificación que pretende garantizar el mantenimiento futuro de nuestros bosques, así como el acceso de nuestros productos forestales a mercados exteriores (trazabilidad y certificación PEFC). “En resumen, apostar por un futuro en que se mantengan en términos de superficie nuestros bosques, con unas especies que generen mayor valor añadido, menos vulnerables a plagas y enfermedades y con sostenibilidad garantizada”, apunta la diputada de Agricultura, Irene Pardo.
Regeneración masas forestales, públicas y privadas, incentivando a los propietarios forestales para que, aún en situaciones de crisis, se decidan a cortar las masas forestales que hayan superado su turno con la consiguiente repoblación de la superficie. Esto implicaría una regeneración del bosque con la mejora, también, en sanidad del mismo.