Es una plaga que va a más. En Olite (Navarra) pueden observarse multitud de bandadas de palomas sobrevolando el paisaje y formando parte de él. Una estampa cotidiana en muchas ciudades, pero en ésta, concretamente, se habla ya de «plaga de palomas». Desde el Ayuntamiento se van a estudiar diferentes medidas y, una vez se encuentre la más adecuada, se intentará atajar el problema.
Hace unos meses se llevó a cabo una limpieza en la torre de la iglesia de San Pedro donde se habían acumulado gran cantidad de excrementos de palomas. Pero este problema no se reduce solo a edificios históricos como el castillo o el parador, cuya fachada de piedra está siendo muy dañada. También provocan desperfectos en las cañerías y tejados de otros edificios, sin contar con el ruido y la suciedad que genera la especie (paloma bravía). Los lugares donde anidan acaban cubiertos de excrementos y éstos, a su vez, son corrosivos.
Soluciones
Esta situación es de sobra conocida por los vecinos de Olite, de hecho, desde la Asociación de Cazadores Erri Berri promueven distintas batidas para intentar reducir su presencia. El presidente del colectivo, Víctor Liborio, ha explicado para Diario de Navarra que esta iniciativa echó a andar hace ya cuatro años. «Pedimos unos puestos autorizados a Medio Ambiente, para que tengan constancia de nuestra actividad y poder hacer las batidas con su permiso una vez acabada la veda», indicó Liborio, quien añadió que, aunque las batidas contribuyen a reducir la presencia de palomas, no lo logran «al 100%».