La Asociación de Cotos de Caza de Álava ha pedido, en nombre de su asociado y principal perjudicado, el Club Deportivo de Caza Hornillo, titular del coto VI-10167 (El jabalí), al consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, que adopte las medidas oportunas para controlar a la población de jabalíes que está causando cuantiosos daños en los cultivos cercanos al coto de caza de Berrozi (Álava).
En Berrozi se ubican las instalaciones que utilizan para su entrenamiento las unidades especiales de elite de la Ertzaintza y están ubicadas en un pueblo abandonado en plena zona montañosa al sureste de la capital alavesa.
Aunque estos terrenos están constituidos como coto de caza, los cazadores no pueden acceder a él por ser propiedad del Gobierno Vasco y, pese a las constantes batidas que hacen en los alrededores, los jabalíes se asientan en la zona forestal que rodea a las instalaciones de la policía autónoma y desde hace años destrozan las explotaciones agropecuarias de los agricultores y ganaderos de la zona.
Los responsables del Club Deportivo de Caza Hornillo de Maestu, adjudicatarios del aprovechamiento cinegético de uno de los cotos que rodea la circunscripción de Berrozi, vienen haciendo frente «injustamente» a las indemnizaciones de los daños provocados por esta abundante población de jabalíes asentada en este refugio de caza, que superan los 15.000 euros al año, según ha denunciado la asociación.
Por ello, solicita a la Consejería de Interior que o bien se haga cargo del pago de los daños, o permita la entrada de algunos cazadores para poder ejercer alguna medida de control sobre estos animales.