Hace dos décadas apenas había corzos en Euskadi y en los últimos años la proliferación de esta especie se ha convertido en un problema para algunos baserritarras y para los conductores por los daños que producen en plantaciones agrícolas y, sobre todo, por los accidentes de tráfico que ocasionan en las carreteras.
El presidente de la Asociación para la Defensa del Cazador y el Pescador (Adecap), Juan Antonio Sarasketa, ya pronosticó hace 23 años en un artículo periodístico que Euskadi sería ???futuro paraíso de corzos???. Entonces era una afirmación muy arriesgada pero el tiempo le ha acabado dando la razón.
Según explica, ???en esa época no había un corzo, pero la presión cinegética en las sierras próximas hizo que fuera desplazándose a lugares más tranquilos???. Encontró aquí un hábitat excepcional. ???Este verde nuestro es marisco para ellos y han sorprendido gratamente ocupando numerosos espacios para reproducirse???. Lo han hecho hasta tal punto que, estima, ???la caza se ofrece como único medio para regularla???.
BUENA ADAPTACI??N. En razón de su escasez, la captura de esta especie no se incluía antiguamente entre las modalidades tradicionales, pero los aficionados ???se han adaptado muy bien??? con el tiempo, a juicio de Sarasketa. Su captura no es dificultosa ya que, aunque posee ???mucha capacidad de huida???, también ???es curioso??? y se para cuando oye cualquier ruido.
La progresión del corzo no es exclusiva de nuestro entorno. ???Está colonizando toda la península???, precisa el responsable de Adecap. ???Es un huésped de todas partes???, aunque por otra parte está muy apegado a su zona. ???Es muy querencioso, no sale del lugar donde ha nacido más allá de 500 metros arriba o abajo???.
Las poblaciones de jabalíes también están creciendo
considerablemente, en paralelo a las capturas. Esta especie, según Sarasketa, se mueve en busca de comida y, aunque no le hace ascos a casi nada, busca sobre todo la bellota de encina. La sequía de este invierno en Euskadi ha sido poco propicia a sus intereses y su escasez o abundancia ha dependido de la cantidad de alimento que han encontrado. ???En zonas de Pancorbo que tienen bellota se están hinchando a ver ejemplares???, señala el responsable de Adecap.
La temporada del jabalí acabó en Gipuzkoa en enero y este mes todavía está abierta la del corzo en cuadrillas. La Diputación ha concedido este año 71 licencias para la captura de esta especie de caza mayor.
BATIDAS Y RECECHO. Según datos de la institución foral, el corzo desapareció de Gipuzkoa a comienzos del siglo XX y en la década de los ochenta su presencia era puramente testimonial. A la natural expansión de la especie se le ayudó con un programa de reintroducción llevado a cabo entre 1991 y 1997. Algunos ejemplares procedentes de Francia se soltaron en Aralar, Aizkorri, Pagoeta y Leitzaran.
En 2008, la Diputación autorizó las batidas de corzo para controlar las poblaciones, organizándolas de forma similar a las del jabalí. Participan cerca de 60 cuadrillas de caza mayor autorizadas en el territorio, repartidas en doce zonas cinegéticas.
Esta especie se caza también en la modalidad de rececho, una forma muy selectiva, en la que el cazador va al monte acompañado de un guarda y se mueve sólo por zonas determinadas.
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