Parece que lo último que se nos envía de Japón (como no tenemos ya suficientes dolores de cabeza) es esto de el ???Rockfishing???, o lo que todo hijo de vecino habíamos entendido hasta ahora que era, el irse a la roca tirar más o menos de una manera u otra nuestros aparejos, abrir la latita con el bocadillo y esperar a que los dichosos peces entrasen o al menos nos quitasen el cebo pare evitarnos esta ardua tarea.
Pues no van estos dichosos orientales y lo rebautizan borrando de un plumazo todo esto y nos implantan una cañita de acción ligerísima (3/7g) un mini carrete y unos ???micro-vinilos??? que según ellos son la reostia???. Pero señores que nosotros somos del norte, que lanzamos con 150g o más y tenemos que llenar la tripa y relajarnos??? ¿qué es esto de estar continuamente de pie, y lanzando 5g mientras la caña saca un zumbido enorme al romper el aire? y total para que no llegues ni a la rompiente…
Pues sí, va uno lo prueba y funciona, eso sí, dentro de sus limitaciones en nuestra zona, con el viento no hay mucho que hacer así que debemos buscar una zona al abrigo y con un buen corte de entrada de agua, lanzar el diminuto cebo que??? ¡¡importante!! No mancha y no se entremezcla con el sabor del bocadillo, dejarlo que con paciencia llegue al fondo, allí lo moveremos con movimientos violentos dejándolo caer de nuevo al fondo y??? zasss!!! Cabras, serranitos, julias, mojarritas todo a granel.
Al principio resulta complicado pero luego uno se va haciendo, esta pesca tiene otra misión un trasfondo diferente e importante, la concienciación. El fin, no es llenar el cubo de mini peces, sino disfrutar capturándolos y soltándolos de nuevo, y tratándose de equipos tan ligeros, apurar al máximo las sensaciones de una pieza de 100g es como si hubieses cogido una dorada de las que marcan un punto de inflexión en la vida del pescador.
La conclusión es que creo que es una técnica aplicable en puertos y acantilados protegidos, puede ser muy divertida y aunque os parezca raro esto, yo empezaría por los gobios de los puertos para cogerle el punto ya que son de los más agradecidos, pasando después a otros niveles y muy probablemente sorprendiéndoos de lo fructífera que es. Eso sí, lo del bocadillo y la lata??? para más tarde.
A parte de esto os animo a ir preparando ya las cañas para pescar los verdeles que ya se están asomando por nuestras aguas, y aunque solo sea por una vez, darle una oportunidad a pescarlos a jigging este año, con jigs de hasta 30/40g y cogerlos de uno en uno y con caña, la diversión aumenta exponencialmente y lo más importante, realizar pescas sostenibles.