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Altura de miras

Altura de miras

De las cuatro especies de perdices que ocupan la Península Ibérica, la perdiz pardilla es la especie originaria por excelencia de los terrenos montañosos, en cotas superiores a los 800 metros, del norte peninsular. La roja, reina de la avifauna ibérica, posee sus vivares más significados en el centro de España. Pero no adquiere la densidad deseada en el norte, húmedo y brumosos de influencia marina. La moruna ocupa parte de la zona sur. La perdiz griega, si bien no tiene un hábitat específico, la podemos encontrar en cualquier terreno, debido a repoblaciones inadecuadas. Está demostrada su posibilidad de cruce con la perdiz roja, por lo que deben evitarse a toda costa las repoblaciones con esta especie. En el norte las repoblaciones deben hacerse con perdiz pardilla, coexistiendo con la roja hasta donde pueda llegar ésta. Tiene la parda un color gris parduzco, con finas bandas.

Las puestas son de 12 a 16 huevos de color oliváceo. Aguanta hasta lo imposible agazapada la puesta de los perros. Gusta de climas frescos, refugiándose en áreas húmedas. Su plumaje compacto le permite soportar perfectamente la lluvia.

Corredora veloz, rara vez levanta el vuelo, caminando siempre hacia arriba, rara vez hacia abajo. Las tierras de cultivo y siembras de otoño, representan para la pardilla una fuente de energía para defenderse del frío. Algunos montes del País Vasco serían sin lugar a dudas zonas idóneas para que puedan residir poblaciones considerables de pardilla, siempre que se regule el raposo y se repoblasen cotas superiores a los 800 metros. En el momento que se consiguiesen unas poblaciones estables y autorizada su caza racionalmente, a buen seguro que las becadas soportarían mucha menos presión cinegética. No olvidemos que la necesidad de utilizar perros de muestra para la caza de la parda, la importancia de la pieza, la dificultad en la localización, el monte cerrado aunque normalmente bajo, se asemeja bastante a la caza de la becada. Es preciso insistir en la necesidad de controlar a los zorros con lo fácil que resultaría por las características de nuestros montes tener un patrimonio de perdices pardillas con alto valor cinegético y en el trasvase de cazadores sorderos a esta nueva especie. Si hay voluntad oficial de intentarlo, los cazadores estarían dispuestos a colaborar en el tema.

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Redacción periódico digital Desveda #caza #pesca #tirodeportivo #rural #naturaleza

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