Un pescador, vecino de Basauri (Bizkaia), falleció ayer tras caer al mar y ser arrastrado por la corriente cuando intentaba recuperar uno de los anzuelos de su aparejo que se había quedado enganchado en las rocas. El hombre, de 31 años, fue a pescar chipirones al puesto mutrikuarra en compañía de su novia.
La jornada comenzó en compañía de su pareja y de otros amigos con los que quedaron para pescar, fijando su punto en Mollazahar. A las dos de la madrugada la pareja de amigos se marchó dejando al joven con su novia en el lugar, donde pretendían apurar la noche de pesca. Fue entonces cuando uno de los aparejos del joven Fernando G. A. se enganchó en las rocas. Para tratar de liberarlo, éste se subió a una pequeña embarcación atracada en el puerto para dirigirse a liberar el aparejo desde el mar. Durante el trayecto, el pescador cayó de la barca y, a pesar de tener la mar tranquila, fue arrastrado por la corriente.
Otros pescadores que se encontraban en la zona acudieron en su auxilio en otra embarcación consiguiendo rescatar a Fernando y llevarlo a tierra donde se encontraban ya varias dotaciones sanitarias y de la Ertzaintza que habían acudido al lugar. Sin embargo, nada se pudo hacer por reanimarlo. Pasadas las siete de la mañana, el juez de guardia permitió el levantamiento del cadáver del pescador, que fue conducido al Instituto de Medicina Legal de San Sebastián para practicarle la autopsia.