La desveda de la menor del pasado domingo ha supuesto para muchos cazadores una agradable sorpresa. Y es que las persistentes lluvias durante las puestas en primavera hicieron pensar a muchos que afectaría de manera importante a las perdices durante la ovificación. Afortunadamente no ha sido así en todos los acotados y el cupo lo han hecho muchos relativamente fácil para desgracia de los animalistas. No Sra. Rivera, no están en regresión las perdices.
Bien distinto es que no tenga usted ni idea de lo que es el medio rural donde se entiende la actividad cinegética, no solo como parte de una afición sino como una necesidad para la correcta gestión del medio ambiente y el obligado control de las especies salvajes. Además, no olvide que la caza es cultura al igual que la agricultura, como cualquier uso tradicional ligado al campo. No olvide tampoco que los animales a diferencia de los humanos no tienen obligación alguna, de otro modo no se explica el grado de incoherencia de sus argumentos. El ministro Planas y García Page ya han empezado a ver las orejas al lobo y algo me dice que después de la manifestación del 20 de marzo el Gobierno pensará muy mucho seguir acosando constantemente a los cazadores. Su compañera de partido Susana Díaz ya cometió el error de obviar a los cazadores y le pasó lo que le pasó en Andalucía.