Aprovechando que el próximo día 1 de julio se cumplen 25 años de la Resolución 882/1987, de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, relativa a la importancia de la caza para las regiones rurales de Europa, desde la Federación Castellano-Leonesa de Caza, y a través de su presidente Santiago Iturmendi, se ha enviado una nota de prensa en la que se proclama una apuesta firme a favor del conocimiento y de la formación frente al sectarismo en el mundo de la caza. «En un análisis profundo de la actividad cinegética, lejos de posiciones particulares e interesadas de una u otra parte, esta Resolución desgrana en seis puntos lo que es y el sentimiento que puede crear, lo que produce y lo que significa la caza», expone Iturmendi.
«A modo de resumen:
1. Constata la evidencia de que la caza tiene partidarios y detractores, vinculados incluso a regiones geográficas.
2. Se toma conciencia de que esta actitud, cada vez más crítica, puede ser imputable, no solamente a las campañas contra la caza y a las connotaciones emotivas de la idea de matar animales, sino también a una insuficiente experiencia de los cazadores.
3. Significa el peligro que la polución, la eliminación de bosques y resguardos y la agricultura intensiva y el uso de pesticidas provocan a las especies animales por la degradación de su hábitat.
4. Persuade de que la caza practicada con fines de conservación ofrece una importancia económica considerable para las regiones rurales y para la economía en general y que además puede jugar un papel esencial en la protección del medio ambiente, manteniendo el equilibrio entre las especies y su proliferación excesiva.
5. Y para finalizar invita a los gobiernos de los estados miembros a favorecer la formación e información de los cazadores, orientar sus políticas agrícolas con regeneración de hábitats, promover el diálogo entre cazadores, agricultores, defensores del Medio Ambiente, etc y contribuir a hacer comprender mejor a la opinión pública el papel esencial de la caza en la conservación del medio ambiente y en la búsqueda del desarrollo económico de las regiones rurales.
Precisamente en defensa de estos principios de sentido común, y como máximo representante de los cazadores en nuestra Autonomía, me veo obligado a salir al paso ante los ataques que está sufriendo la caza por determinados grupos ecologistas, fundamentalmente en nuestra región, y en particular con el trabajo realizado por nuestra entidad en aras a la difusión del conocimiento de la naturaleza y de la actividad cinegética entre los más jóvenes, con el fin, no de adoctrinar, sino de informar sobre lo que es la caza en realidad, lejos de declaraciones demagógicas, mentiras sobre ayudas públicas y otras distorsiones bochornosas de la realidad trasladadas desde algunos sectores minoritarios.
Desde esta Federación, de acuerdo con el Consejo de Europa, seguiremos apostando por la información y por el conocimiento de la actividad cinegética frente al sectarismo y la ignorancia».