Se trata del primer caso de rabia que se detecta en 2022 y el quinto en los últimos cuatro meses en Melilla, aunque en esta ocasión no se trata de un perro asilvestrado sino de un perro que acabó mordiendo a su propietaria
La Ciudad Autónoma de Melilla terminó el año 2021 con un cuarto caso de rabia en un perro que se encontraba controlado en el Centro de Observación y Acogida de Animales Domésticos de la ciudad. Ahora Melilla comienza el 2022 con un nuevo caso de rabia, aunque la diferencia es que en esta ocasión no se ha dado en un perro asilvestrado, sino en un perro con propietaria.
Y es que la Unidad de Sanidad Animal y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública y Consumo, ha informado este 5 de enero de un caso positivo de rabia animal, que ha sido diagnosticado por detección de antígeno y PCR, en el laboratorio del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III.
Se trata de una perra, mestiza, joven y de capa negra, que se encontraba el lunes 3 de enero de 2022 en una vivienda en la calle Luis Moliní (Barrio Cabrerizas, Poblado) en cuyo entorno merodean perros y gatos sueltos. El animal presentaba gran agresividad mordiendo a su propietaria. Fue recogido por la empresa de recogida de animales y trasladado al Centro de Observación, donde murió por parálisis respiratoria al día siguiente.
La muestra para su análisis al Centro Nacional de Microbiología se envió el martes día 4, confirmándose el resultado el día 5 de enero.
Este es el primer caso que se detecta en 2022 y el quinto en los últimos cuatro meses, todos ellos en perros.
Las autoridades informan que si alguna persona ha sido mordida o ha tenido contacto salival con este perro en la fecha indicada o anteriores, debe personarse en las dependencias de la Dirección General de Salud Pública y Consumo de la Ciudad Autónoma, sita en la Carretera Alfonso XIII, nº 52 – 54 (frente al Centro de Salud), o contactar telefónicamente con el Servicio de Policía Local para iniciar el tratamiento en caso de que fuera necesario.
En este sentido, recuerdan que la rabia, una vez que se desarrollan los primeros síntomas, es una enfermedad mortal para personas y animales susceptibles.
Igualmente, se debe contactar con la Dirección General de Salud Pública y Consumo si alguien tiene constancia de que el perro pudo morder a cualquier otro animal que se encontrara por la zona.
Es muy importante recordar que, ante la aparición de animales vagabundos o aparentemente enfermos en la vía pública, no se intente tocarlos, alimentarlos ni recogerlos y se contacte con la Policía Local para que los servicios competentes procedan a su retirada de forma segura.
Se recuerda también, que la vacunación antirrábica anual en la Ciudad, es obligatoria y gratuita para perros, gatos y hurones con más de tres meses de edad
Fuente. Animalshealth