El pasado fin de semana, 1 y 2 de septiembre, en Almorox (Toledo), se celebró el XXI Campeonato de España de Caza Práctica, selectiva para el Campeonato del Mundo de Perros de Muestra. El veterano participante castellano manchego, Julián Olaya, hizo campeona de España de Razas Británicas por Selecciones Autonómicas a su pointer, hembra, Simba del Castillo de Almansa de la que es propietario y conductor. Los puntos del can de Olaya fueron decisivos para que Castilla-La Mancha fuera la Autonomía ganadora en la clasificación por equipos. La triunfadora de la prueba fue la setter, inglés, hembra, Dedamberri Liki conducida por Francisco Gómez y propiedad de José Miguel Flores.
En razas continentales, el perro más galardonado fue Golfa de Casa Ato, un Epagneul Bretón hembra, conducida y propiedad de Luis Fuentes. Se hizo con el Campeonato de España de Razas Continentales por Selecciones Autonómicas y ganó la prueba del Campeonato de España. En esta categoría, la autonomía ganadora por equipos fue Asturias.
La competición destacó por la profesionalidad de los conductores y la altísima calidad de los canes que salieron a lo largo de los dos días de Campeonato en dos baterías por categoría, con más de cuarenta perros continentales y superando la media centena los británicos.
Los campos situados en Almorox, ya conocidos por muchos participantes por haberse celebrado en años anteriores varios eventos de esta modalidad, fueron muy adecuados. Sin embargo, las condiciones climatológicas por las que se atraviesa este año provocaron una pequeña disminución del número de perdices salvajes, esto propició que los canes tuvieran que esforzarse más para realizar una buena actuación.
El sábado se levantó un día con una temperatura muy agradable, sin embargo, el viento se hizo protagonista dificultando la prueba. El domingo la temperatura se mantuvo pero el viento se calmó dando lugar a un aumento considerable de las puntuaciones. Se vieron muchas más perdices.
La colaboración de la sociedad de cazadores de Almorox a través de cada uno de los guardas que había en las baterías fue esencial para el buen funcionamiento de la prueba y poder situar a los canes en los terrenos adecuados para la búsqueda de las perdices.
La prueba la juzgaron 8 jueces que al acabar las baterías agradecieron la calidad humana y la gran deportividad de los participantes y su colaboración para el buen desarrollo de la prueba.