Este domingo día 21, entre los muchos temas que tendrán que afrontar nuestros dirigentes políticos, algunos graves y urgentes, también estarán en algún momento los relativos a la caza en nuestra comunidad. Cada partido cuenta con una actitud bien distinta en lo que a los asuntos cinegéticos se refiere. Si el mundo de la caza muchas veces presume que la política no crea discriminaciones en su seno, ahora es al revés: los cazadores pueden y deben tomar parte en las elecciones para decidir quién defenderá mejor sus intereses, también en lo que a su afición se refiere. Habrá que hacer hueco el domingo para, a pesar de estar en excelentes fechas, ejercer el derecho al voto.
Si nos fijamos en las distintas formaciones, ninguna ha hablado expresamente de la caza porque dan ya por resuelto el asunto con la aprobación de la Ley de Caza del año pasado en el Parlamento Vasco. Precisamente el mejor botón de muestra para los cazadores que aún tengan dudas, es que puedan decidir a quién votar. El gobierno, en una de las pocas leyes que ha conseguido sacar adelante en la ya pasada legislatura, recuperó un documento remozado del anterior Ejecutivo y quiso aprobar un texto que necesitó de varias modificaciones vitales para no exterminar la caza en Euskadi, como las distancias de seguridad.
Después de idas y venidas, al final y gracias a Adecap, entre los grupos se consensuó una distancia de cien metros, duplicando las existentes, sí, pero bien lejos de las que algunos pactaron en 250 metros, y que hubieran supuesto el final de la caza que conocemos. Aplaudir pues los esfuerzos del PNV y también del PP, que siguieron una iniciativa socialista que al final refrendó un texto que dejó muchas cuentas en el aire, al menos para los cazadores. Respecto a PNV, los responsables cinegéticos saben que suelen ser escuchados.
Además, la Diputación Foral de Bizkaia muestra una buena labor con la caza y las sociedades del territorio, como se hacía antes en Araba o Gipuzkoa. Y las reivindicaciones más razonables de los cazadores encuentran eco jeltzale en otros parlamentos, ya sea español o europeo. Claro que se podría hacer más, pero no cabe duda de su respuesta favorable ante las distintas propuestas enviadas. El Partido Popular también se muestra afín a una caza moderna y racional, salvo por algún elemento que de vez en cuando pide protagonismo propio en las Juntas Generales vizcainas, aunque desde Madrid les quede mucho trabajo por delante en temas graves. Los socialistas, por su lado, sufren un extremo desgaste tras su paso por Lehendakaritza y lo que han hecho, o dejado de hacer, en estos tres años largos, mientras que IU y sus escisiones se muestran contrarias y hostiles a la propia actividad de la caza.
Ecologismo extinto En el Parlamento de 2011 faltaba una opción política que sí comparecerá el próximo día 21 bajo la fórmula de EH Bildu, pero que a la vista de sus actuaciones en la Diputación Foral de Gipuzkoa desde Bildu en el último año, ha hecho temblar a muchos cazadores la posibilidad de que asomen mucho en Lakua. Prohibiciones sin avisar, sin escuchar a los afectados y desde la imposición pura y dura, además de resucitar un ecologismo extinto, no parecen las mejores maneras de afrontar la caza racional y sostenible que se realiza y solicita en Gipuzkoa y Euskadi.
Menos aún cuando en su programa electoral hablan de implementar medidas a la caza, de una nueva Ley de Patrimonio Natural que tendría como referencia a la Red Natura 2000 y la Red de Corredores Ecológicos, además de sustituir a la que tildan de «obsoleta» ley de protección de animales. Una declaración de intenciones que los aficionados deben tener bien claro si van a apostar por estas siglas.
Volviendo al inicio, este domingo los cazadores vascos también deberán hacer un esfuerzo y en conciencia, ir a votar. También nos jugamos mucho en estas elecciones.
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