Tener a los perros y demás animales de compañía identificados en todas las comunidades autónomas es obligación de sus dueños y una herramienta eficaz de gestión, (localización e identificación de perros y otros animales); pero en la realidad, según argumentan desde la Federación de Caza de Castilla y León, «esta obligación dista mucho de cumplir los objetivos para los que nació».
En una nota de prensa, la entidad cinegética indica lo siguiente:
«El SIACYL (sistema de identificación de animales de Castilla y León) ofrece, en teoría, la posibilidad de comprobar mediante la introducción del número de identificación de un animal (microchip o tatuaje), si este está registrado en la base de datos, ofreciendo en este caso nombre y número de teléfono de la persona que figura como propietario y del veterinario que realizó la identificación. También se deberían comprobar posibles inexactitudes en los datos y reclamar al veterinario su corrección.
Para poder identificar con eficacia a nuestros animales, el coste de la implantación de este microchip varía según campaña y/o veterinario entre los 20 a 60 euros, y en algunas clínicas privadas y a particulares siempre algo más.
Uno de los puntos flacos de este sistema es que no es un registro de identificación de animales de compañía único y de carácter nacional, por lo que se ralentiza y dificulta la posibilidad de encontrar a su dueño. Si el animal se pierde en una comunidad autónoma distinta a aquella en la que está registrado su microchip, en este segundo territorio no se tiene constancia de los datos.
Además, muchos dueños de animales ignoran que tienen que notificar la pérdida de su animal en la base de datos de la comunidad autónoma donde está registrado el microchip, para que quede constancia y se agilice el trámite de búsqueda del dueño, aunque el teléfono de la base de datos figura en la tarjeta que el veterinario entrega al propietario del animal tras colocarle el microchip y este especialista también podría facilitarnos el teléfono del registro de identificación.
Por otro lado, existe la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC), que es un archivo de datos con los códigos de los microchips de todas las comunidades autónomas españolas. Este archivo facilita la localización de un perro que se pierde en una región distinta a la comunidad donde vive.
Sistema común de búsqueda en la Unión Europea.
Fuera de nuestras fronteras, en el resto de Europa también se cuenta con una base de datos para todo el continente: EUROPETNET. Se trata de un grupo de asociaciones que comparten los registros de identificación de todos los animales de compañía que tienen microchip. Así, si nuestro animal se pierde en algún país de la Unión Europea, se puede introducir el número de microchip en la página web de Europetnet para obtener una lista de las entidades donde ha estado el animal desde el momento de su pérdida.
En relación a las rehalas, garantes de la más antigua de las tradiciones en la caza mayor con perros, es necesaria esta identificación para cumplir la norma, soportando un importante coste; aunque de ser una eficaz herramienta, acaba convirtiéndose en una pesadilla de difícil resolución.
Por lo pronto, en caso de extravío de uno de estos animales fuera de las fronteras administrativas de Castilla y León o de cualquier otra comunidad, los servicios que recojan el animal no podrán acceder al servicio de otras comunidades autónomas. No cruzan los datos y son tremendamente celosos de los mismos. Si por desgracia este animal, como consecuencia de la inoperancia de estos registros en encontrar al dueño, supera los veinte días que marca la ley, será sacrificado sin más por los servicios veterinarios, y el dueño estará sin saberlo, haciendo viajes a la zona de perdida, denunciando y poniendo anuncios. Lo curioso es que si el animal en su extravío provoca algún accidente, entonces sí que se demuestra gran eficacia por estos registros para encontrar al dueño para reclamarle cualquier daño.
Los objetivos del sistema de registro, que deberían ser proporcionar a los animales un mayor control en el nivel sanitario, y a los propietarios un mayor bienestar y tranquilidad, se incumplen por la desidia y descontrol que demuestran en demasiadas ocasiones los encargados del sistema, sin hablar de los veterinarios que no incluyen por olvido u otras causas a los ejemplares o sus modificaciones de propiedad en el sistema.
El acceso al sistema, sólo es permitido al veterinario del colegio correspondiente y controlado por su colegio oficial. Al menos debería ser accesible entre distintos organismos oficiales de diferentes comunidades, pero parece que no les gusta o son celosos de estos datos por causas difíciles de explicar a quien angustiado está buscando a su perro.
Cuando se encuentran animales con numeraciones exóticas o raras para nuestros registros, que pueden ser de otro país y en animales de gran valor, suelen terminar como los demás, por la nula posibilidad de su identificación en España.
En definitiva, otro más de los peajes a que nos acostumbran nuestros gobernantes, que no va más allá de una medida recaudatoria en el territorio de la aldea, con poca eficacia en el exterior, y eso no se lo merecen nuestros animales ni sus propietarios».
FEDERACION DE CAZA DE CASTILLA Y LE??N.
ASOCIACI??N DE REHALAS REGIONALES. ARRECAL.
Cargando...
