La plataforma popular «S.O.S. Salvemos la Perdiz Roja» continúa su andadura en defensa de la especie debido al declive sufrido durante los últimos años en toda España. Por su parte, la Asociación para la Defensa del Cazador y del Pescador (ADECAP) ha hecho pública su adhesión a esta iniciativa en la que se solicita al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (MAGRAMA) que ponga en marcha un programa de agricultura ecológicamente sostenible apostando por el desarrollo del medio rural y por el aprovechamiento de los recursos agrícolas, ganaderos y forestales.
En diferentes medios y Federaciones, como es el caso de la alavesa y vizcaína de caza, han puesto a disposición de toda aquella persona que quiera colaborar con esta iniciativa, las hojas de firmas. También ADECAP ha instado, a todo aquel que lo desee, a que descarguen de la web de la asociación (en la sección de documentos) la hoja de recogida de firmas elaborada por la plataforma para solicitar el cumplimiento de un código de buenas prácticas agrarias en España y que, una vez rellena, sea enviada directamente a dicha plataforma a través de correo postal.
Esta interesante iniciativa, surgida hace unos meses de manos de su impulsor, Marcos Pedregal, solicita al MAGRAMA «un calendario de actuaciones para las labores agrícolas, prohibir la realización de las tareas en las horas nocturnas, en las que los animales perecen sin remedio bajo las ruedas de los tractores o las cuchillas de las cosechadoras.
Prohibir el uso de insecticidas, pesticidas y semillas que no sean seguras para la fauna.
Queremos recordar también que ADECAP viene denunciando este hecho desde hace más de 20 años. Estas prácticas matan a miles de animales presa del veneno con el que son realizadas, para la recolección de productos destinados al consumo humano. Y que ha puesto a disposición de esta plataforma los estudios realizados por la ONC y Fedenca, sobre los efectos de plaguicidas y semilla certificada sobre la fauna silvestre.
Estamos consumiendo harinas, grano y semillas germinadas y desarrolladas con productos altamente tóxicos y carentes de vigilancia o control y lo que es aun peor se los estamos dando a nuestros hijos».
Txalotzekoa benetan!