Este 2013 no es que esté brillando especialmente en el tema pesca, al menos en lo que concierne a un servidor; entre lluvias, fríos, vientos… parece que los reyes de la meteorología no se han aliado con nosotros. Y encima jugamos con otro ???pequeño??? detalle en contra, la presión profesional que va en aumento llegando la flota en cantidades ingentes con barcos cada de vez de menor porte que son capaces de pescar en las mismas pozas de los acantilados y aún así, si todo esto no es suficiente, la reina de nuestras aguas no se ha dejado ver mucho por los caladeros habituales de esta nuestra costa.
En febrero, que para mi gusto es uno de los mejores meses ya que las grandes lubinas vienen a desovar a aguas menores y se encuentra en su momento de más actividad ya que a la excitación típica de la alimentación se une la de la defensa de la puesta y la propia del celo de las mismas, hemos notado una ausencia en general de lubina y en concreto de hembras ya que los pocos ejemplares que se han capturado de buen porte han sido machos.
En busca de posibles causas cada uno busca las suyas, pero para mí, el agua ha estado algo más fría que de costumbre y tras pasar esos meses malos parece que en las últimas semanas las cosas se estan animando, en menos de un mes han salido más piezas que en el primer trimestre completo del año.
En honor a la verdad, este año las que están saliendo las estoy cogiendo más en fondo que en superficie, me están funcionando más los vinilos con cabezas semipesadas y en cuanto a los peces artificiales, sí que es cierto que he bajado algo el tamaño de los mismo de los 175mm hasta ahora inexpugnables he pasado ha trabajar más cómodo con los 140mm y pescar bastante más, e incluso intentar únicamente los días que el viento lo permita usar peces menores de 120/100mm y pesos menores de 15g, entre 10/12g.
Seguiremos intentándolo, pero si seguimos por el camino lógico, ahora deberían de entrar lubinas de menor porte pero en mayor número.