La temporada de pesca ha tocado a su fin. Al menos, el periodo general, puesto que en los tramos declarados como ‘de ciprínidos’ y en los ‘sin muerte’ aún se pueden aprovechar estos largos días de verano, que seguro harán las delicias de los que ahora están disfrutando de sus vacaciones sin renunciar a su afición. Sin embargo, esta temporada, con toda probabilidad, a más de uno le habrá parecido mucho más breve de lo habitual y se habrá quedado con ganas de disfrutar más de la caña.
Pues bien, por una parte es cierto que ha sido más corta, ya que cada año se retrasa la apertura general (no así en los tramos ‘sin muerte’), pero el factor verdaderamente determinante que ha motivado esta sensación ha sido la climatología. No en vano, los dos primeros tercios de la campaña han estado pasados por agua, cuando no nieve, solapándose una y otra vez las crecidas. A esta circunstancia le añadimos una temperatura media muy inferior a la habitual, y entenderemos el desastre que ha sido buena parte de la temporada y la desazón en que han caído la mayoría de los aficionados.
Pero, como nunca llovió que no escampara, a partir del mes de junio salió el sol, bajaron los caudales (aunque nunca del todo) y aparecieron los peces. Parecía por abril y mayo que éstos hubieran desaparecido, pero al darse las condiciones adecuadas, las truchas, barbos y demás habitantes escamados de nuestros ríos coparon las corrientes y pozos en aquellas zonas donde aún quedan poblaciones aceptables que, afortunadamente, no son pocas en nuestra provincia. Siempre sorprende y satisface comprobar cómo, varias riadas después, la vida fluvial ha sido capaz de aguantar la tempestad -pequeños peces e invertebrados incluidos- para finalmente aflorar, como por arte de magia, cuando bajan las aguas. Milagros de la naturaleza.
Los que supieron esperar con paciencia han podido disfrutar de muy buenas jornadas al final de temporada, en el mes de julio, y en el mejor momento, se ha echado el telón. Buena pesca ahora a todos los que siguen visitando los tramos todavía autorizados, y mucho ojo en esta época a los vertidos contaminantes. Al menor incidente, un aviso 112.
Cargando...
