La presencia de peces muertos, en su mayoría barbos (aunque también han hallado alguna trucha), que han aparecido en el río Oria a su paso por Tolosa las últimas semanas ha llamado la atención, no solo de los vecinos, sino también del Ayuntamiento que se ha reunido con el área de Medio Ambiente de la Diputación para esclarecer las causas del suceso. En un principio, los expertos descartan que la causa haya sido consecuencia de vertidos tóxicos.
Estas muertes, que están ocurriendo, además de en Tolosa, en distintas poblaciones de la cuenca del Oria, de deben, al parecer, a una suma de factores; todo apunta a la sequía y a las altas temperaturas del verano, además de que la población de barbos ha crecido mucho en los últimos tiempos. Además de ser una especie que se ha debilitado mucho debido a factores naturales generados por las condiciones del Oria en esta época, los técnicos han diseccionado alguno de estos ejemplares muertos y han hallado hongos o parásitos adheridos a sus branquias.
Los expertos esperan que las lluvias acontecidas estos días mejoren la situación y aumente el caudal del agua del río.
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