La berrea de los ciervos

La berrea o brama de los ciervos es simplemente la época de celo de las hembras y su posterior apareamiento con el macho previos protocolos de éste. Lo que ocurre es que los bramidos del macho (brama) retumban en los bosques de una manera que siempre llamaron la atención de quienes desconocen  el medio natural.

Motivo éste por el que ahora se ha puesto de moda un asunto que debiera de estar vedado a los mirones siendo más comedidos quienes en torno a este fenómeno natural lo anuncian en las revistas donde hacen apología del celo en aras de llenar sus establecimientos hoteleros e irrumpir en el campo con turistas generalmente capitalinos bobalicones quienes provistos de cámaras fotográficas y prismáticos se aproximan tanto a los ciervos que bien pudieran hacer de mamporreros en unos momentos, que como es lógico, el ciervo necesita la misma intimidad que todos los animales, incluidos los humanos.

Dicho de otra manera, la presencia humana en el monte fuera de su habitual uso de apicultura, ganadería, leñadores y poco más, está fuera de lugar y debiera de prohibirse. Pues a los habituales del monte el ciervo les prevé y les tiene en cuenta a la hora de demarcar su harén.  Pues tiene que tener mucho cuidado, ya que la cierva sólo es receptiva al macho durante un día. Y a lo mejor ese día le salen tres ??? y una pelea de por medio. A saber???    

YA S?? QUE ALGO NO VA A GUSTAR

Ya sé que algo de lo que escriba no va a gustar y lo lamento, pues con ello no trato de insultar ni de menospreciar a nadie.  Como ya por no tener no tengo ni edad de merecer, no me gusta molestar ni ser molestado, pero si me pongo pluma en ristre que nadie espere de mí que le dore la píldora, no, diré lo que pienso guste o no guste y lo haré aun cuando esté equivocado, por eso agradezco tanto cuando se me demuestran documentalmente mis errores.

Sepan que para mí, los errores, son más agradables ???enmendallos que sostenellos???, en su caso, claro. Pues lamentablemente de lo nuestro se ha escrito mucho, eso es cierto, pero se ha copiado con enmiendas literarias para ocultar su procedencia. Jamás se hicieron estudios científicos dignos de mención. Lo que sí se hicieron, y muy buenos por cierto, fueron unos estudios de gestión siendo un modelo en ello la Diputación Foral de Álava durante los años que lo ha gestionado el ingeniero superior de montes Carlos Cabanas Mur como jefe del asunto.

Permítanme que incluya en este apartado lo mal que me parece que llegado el desmogue la gente se lance a los montes en busca de cuernas sin darse cuenta de que en muchos casos son vitales para que las nuevas les crezcan debidamente a los ciervos.

Sepan que la mayor parte de los ciervos existentes en la península Ibérica están manipulados o soltados sin ton ni son donde quien ha podido ha tratado de hacer un cazadero a su medida.  Una cornamenta decente vendrá a tener sobre los 12 kilos de peso cuya composición básica es el calcio y el fósforo. Es más, las cuernas tienen una función sexual muy importante, pues no en vano están regadas por la  «testosterona».

Miren ustedes, ahí les va una curiosidad. Un ciervo capado es incapaz de hacer que le broten las cuernas. O sea, que las cuernas juegan otras funciones que van más allá de los castañazos que se arrean unos a otros para medir sus fuerzas durante la época de celo. Pero la culpa no la tienen quienes las recolectan, no, la culpa la tienen quienes las compran para hacer horquillas, llaveros, lámparas, adornar estancias de todo tipo y un largo etcétera. Pues bien, no debe de resultarles raro que un ciervo e incluso un corzo coma sus propias cuernas y hasta las ajenas ante la imposibilidad de comer sustentos ricos en fósforo, calcio, etc. además de los glúcidos, prótidos y demás elementos que necesitan para obtener la debida fuerza que les permita un crecimiento rápido y sostenido de cuernas acorde con su edad.

Una cuerna sana, bien promediada y con las debidas medidas, es sinónimo de un reproductor sano y bueno. Los que tengan cuernas ???pingonas??? e incompletas, deben de ser sacrificados. Y las ciervas viejas también. No les meto el rollo de cómo se quedan entrelazados en la berrea cuando se enganchan las cuernas defectuosos porque el % de probabilidades es un número con muchos ceros por delante.
    
EL CIERVO EN EUSKADI

A partir de su reintroducción, los ciervos están ubicados en Euskadi en sólo dos puntos diferentes; Gorbea (Álava y Vizcaya) y Karranza (Vizcaya).

EL CIERVO EN EL GORBEA

El Parque Natural del Gorbea está formado por las comarcas de las estribaciones de Gorbea, en Álava y las de  Arratia-Nervión en Bizkaia. Tiene una superficie de 20.016 Has. O sea, es el mayor parque de Euskadi.
A finales de los cincuenta se llevó a cabo una reintroducción con 14 ejemplares provenientes de Toledo; en 1981, se volvió a repoblar con ejemplares provenientes de Cazorla. 

O sea, que de saque ya se hicieron introducciones de diferentes procedencias con miras siempre a una mayor cuerna, mira ésta que llevada a límites extremos en España propiciaron los primeros criaderos estabulados,  semmiestabulados o controlados en cercones. No tienen ustedes que irse muy lejos para contemplar cientos de ciervos nada más salir de Vitoria ??? Gasteiz por la N-1. Si bien es cierto que este año han sembrado de cereal la pradera que daba a la carretera. El antiguo ICONA los criaba a diestro y siniestro por toda España. Ahora hay fincas especializadas donde garantizan unas cuernas dependiendo de la cartera, pero son cuernas prefabricadas.

Todos los ciervos de la Península no son iguales. Y mucho menos los de los de Alemania, pero eso nos llevaría otro artículo y de seguir así no llegamos a la BERREA. Me duelen en el alma esas fotografías ajenas a lo que tenemos en nuestro suelo.

No les he escrito que el ciervo en Álava no sólo se circunscribe al Parque Natural del Gorbea. Pues yo personalmente los he visto en Trespuentes (Álava), el ciervo en Álava se va extendiendo poco a poco con el debido control gracias a la Diputación.
  
EL CIERVO EN KARRANZA (Vizcaya) Y OTROS LARES

En 1980 se introdujo el ciervo en el Valle de Carranza y se continuaron las repoblaciones con ciervos traídos de Toledo, Cazorla y Gorbea (Álava y Vizcaya).

Luego, por haber, hay ciervos en corralones como por ejemplo en el emblemático Parque de Salburua en Vitoria-Gasteiz, lo que a mi parecer es una perversión tremenda, pues me duele en el alma ver a ciervotes gordos y deformes con los crotales en las orejas como si de vacas u ovejas se tratara. Los ciervos así sufren una deformación morfológica tremenda y es una forma grosera de privación de libertad. Están encarcelados de por vida sujetos a los caprichos de los mirones y eso no creo que sea de su agrado. Me imagino que más antes que después, la cosa del bienestar animal tomará cartas en el asunto.

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE CIERVO
 
Ya ven, en la anterior oración gramatical (el título anterior) ya cometí dos irregularidades que sin ser filólogo se las voy a aclarar. Es más acorde al Castellano denominar al ciervo VENADO. Antes del año 1611 cualquier animal de caza se denominaba de forma genérica VENADO,  palabra que se tomó del Latín  VENATUS que significa caza,  acción de cazar o producto de la caza. Pero como este no es un artículo de filología resumiré mucho para decirles que de venatus se pasó al verbo venari (venare es el imperativo) que significa cazar o ir de caza. 

Se utiliza con mucha alegría el célebre dicho de; ???venare non est occidere???. Occidere sí es un infinitivo debido a una sintaxis mal entendida,  venare es el imperativo del verbo venari.  Hombre, si se quiere hacer una afirmación rotunda, tal vez ??? pero el Latín es poco dado a los imperativos. Y eso de los dos infinitivos en la misma oración se hizo para quienes sabiendo poco Latín no se molestaban en la conjugación de los verbos. El Padre Isla, en Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes, lo explica debidamente.
   
Ya ven, toda la terminología de caza tanto en el ámbito del derecho como en el de la literatura se sigue tomando prestado el nombre del venado para referirse a la caza en general. Ojo, que la palabra venado como adjetivo calificativo a los humanos tiene otras connotaciones peyorativas. En definitiva,  lo que vengo a decir es que el ciervo es la res más importante de caza en España. Si bien es cierto que los cornudos bipedestantes de la Venganza de don Mendo no son tantos ni tan tontos, no ??? pero los hay con cuernos retorcidos, qué no cuernas.

LA BERREA ES COSA DE CIERVOS

Tal vez estas cuatro letras no sean más que una obviedad para quienes están en el ambiente. ESTOY SEGURO DE ELLO. Por eso voy a deslizar algún asunto que, a más de uno, pudiera sentarle mal. Me cuesta trabajo denominar BERREA, a lo que yo, por reminiscencias antañonas de Castilla, sigo denominando brama. Es igual. Estamos hablando del celo del CIERVO, no más.

La BERREA no se inicia sistemáticamente con las primeras lluvias de septiembre. Qué va. La berrea comienza cuando las ciervas están en disposición de ovular. O sea: cuando las ciervas están lo suficientemente nutridas como para comenzar una gestación que durará ocho meses. En su reloj biológico, la cierva, lo tiene todo calculado para quedar preñada en buen estado físico y parir cuando la naturaleza pueda ofrecerla todo lo que necesite para que, a su cría (raras veces paren dos) no la falte de nada. Por eso, si la berrea se retrasa, los orgánicos, gestores, presidentes de cotos, etc. etc. suelen estar muy preocupados, pues si el parto se retrasa, puede perjudicar a la cría el calor de junio y hasta el de agosto, todo depende de cuando comience la berrea que, casi siempre, suele ser a primeros de septiembre o más tarde dentro del mismo mes, dependiendo de la zona peninsular ibérica o ??? del origen de los ciervos.

Los de granjas abiertas (corralones o cercados) pueden contribuir a la berrea mediante métodos artificiales, pero siempre tendrán el clima como variable no controlable. Sepan que donde no hay berrea, no hay selección natural. Y con ello, no quiero decir que no se abatan luego unos ciervos hechos a medida con una cornamenta fenomenal. Pero eso es harina de otro costal.

Aun cuando la cierva esté bien nutrida y preparada para la ovulación, no se llevará a cabo ésta mientras no deje de hacer el calor propio del verano. Tal vez lo de las cuatro primeras gotas de lluvia en septiembre se diga por eso, no lo sé. Pero así es. En el mes de julio, los machos ya estarán en plena forma, pues al alcanzar su máximo nivel de testosterona sus cuernas sufrirán transformaciones como consecuencia de la falta de irrigación sanguínea. Será entonces cuando comenzara la ESCODA. Que no es otra cosa que el constante frotar de sus cuernas hasta perder ese característico terciopelo que las recubre denominado BORRA. Cuernas que recién peladas son como de un blanco sucio y luego se van transformando en marrones oscuras.

Cuando el ciervo barrunta que las hembras van a empezar a ovular, se ubica en un claro de monte que lo delimitará con su semen (dicen???), orines y sus glándulas odoríferas ubicadas en el lagrimal de los ojos. También suele untarse del barro que hace al orinar en la tierra y después patearla a fin de obtener una masa con la que se untará al revolcarse en ella. Luego, una vez untado, se frota en pedregones y matorrales para, junto con el ¿semen?, las meadas y las glándulas de los lagrimales, delimitar su picadero.

De todas las maneras, nadie verá un ciervo embarrado bramando. Es más, se acicalan el pelaje para conquistar y se ponen a punto las cuernas para medir fuerzas. No más. Ningún ciervo mata a otro en la brama, por eso a mí me causa un respeto imponente, aun cuando a chufla lo tome la gente.

Cuando el ciervo tiene el terreno bien delimitado comenzará a llamar a las ciervas con sus bramidos a los que acudirán otros machos a medir sus fuerzas, caso de que no les acobarden estos de saque. Si osa alguno entrar en su terreno marcado y bien delimitado, medirán sus fuerzas en aparatosa confrontación, que no pelea. Claro, el choque de las cuernas parece brutal a juzgar por los decibelios de su sonido, pero sólo sufren en lo inherente al esfuerzo de medir sus fuerzas y poco más.

A la postre, el ciervo más fuerte será el que monte a las ciervas que hayan acudido al cercado virtual previamente delimitado. Es por eso la importancia que tiene una buena gestión a fin de no sucumbir ante la trofeitis y dejar el monte sin ejemplares fuertes y sanos que puedan trasmitir a las ciervas su vigorosidad. La cierva, una vez preñada, se dedicara con ahínco a comer toda suerte de frutos silvestres. Comida que le ofrece el otoño, así, cuando llegue el invierno, tendrá las suficientes energías acumuladas como para salvaguardar lo que lleva dentro. Y el ciervo hará lo igual, pues después de la berrea quedará para el arrastre en grasa (peso) y en todo lo demás.

Entonces será cuando, con voracidad inusitada, comerá todo lo digerible que esté a su alcance para que el invierno no le mate. La vida del ciervo es apasionante, pero si la lleva a cabo en libertad sin imbéciles que le atrapen para ponerlos un crotal y analizarles la sangre a ver si son vectores de alguna enfermedad. Así andan en Ezcaray (La Rioja) y la concentración no proporcionada produce sarna hoy y vaya usted a saber que producirá mañana. Pues les pilla con las defensas mermadas.

* Publicado en la revista Desveda/Adecap de septiembre 2012