Preocupa y mucho, cómo no, la resolución que dicte el Tribunal Superior de las dos Castillas en relación con la demanda presentada por Ecologistas en Acción contra la práctica de la caza durante la media veda. Y es que siempre ha estado este periodo de caza en el punto de mira de estos grupos. De hecho en Canarias consiguieron prohibirla aunque a decir verdad poco tiene que ver este territorio en materia de codornices con las zonas codorniceras de las dos Castillas. A pesar de todo ambas administraciones y sus correspondientes Federaciones Territoriales ??? miembros de la Oficina Nacional de la Caza, donde Adecap tiene una importante representación- recurrieron ambas demandas con argumentos convincentes.
Tal es así que en la Junta pericial celebrada por el Tribunal Superior de Castilla y León no acudió representante alguno de este grupo. Por el contrario el biólogo Mario Sáez de Buruaga ???representante de la Federación ??? tuvo una brillante actuación. Esto lógicamente hace albergar al colectivo buenas esperanzas. Habrá que esperar a la resolución final con los dedos cruzados pero con la convicción de haber hecho todo lo humanamente posible para que esta injusta demanda no alcance su objetivo.
La próxima semana les hablaré de una buena noticia en relación con las responsabilidades derivadas de los accidentes de circulación con animales silvestres. Mientras tanto los cazadores preparan los puestos palomeros a la espera de que las torcaces cumbreen los Pirineos.
Es el momento de la pasa, la fiebre del pájaro azul, fechas vacacionales para los palomeros. Durante un largo mes ocuparán collados y cresterías con la mirada puesta en el infinito queriendo ver muchas veces lo que no hay, una nube de puntos negros en el horizonte.
Algo me dice que vamos a disfrutar de una buena temporada palomera. Ya se han visto los primeros bandos, no es poco a primeros de mes. Hayucos van a tener los que quieren. No aguantan las hayas de la carga que tienen. Y lo saben las palomas, no me pregunten cómo se enteran, pero lo saben en el momento que cumbreen los Pirineos. El instinto de supervivencia hace maravillas en el cerebro de los animales.