Mientras la temporada de pase desde puestos reglamentados agota sus últimas jornadas, en Bizkaia finalizará pasado mañana, el próximo 30 de noviembre, igual que en Castilla y León, aunque nuestros aficionados podrán seguir cazando las migradoras hasta finales de enero, la mayoría de estas aves de invierno ya han dejado sentir su presencia; especialmente las malvices, tanto comunes como alirrojas, como algunos bandos de avefrías y los siempre majestuosos bandos de gansos.
Además de las fechas, propias para la llegada de este contingente de aves, los fríos vientos del norte y nordeste, acompañados de los temporales que han barrido Europa en los últimos quince días, han devuelto a la lógica y a la normalidad la temporada de caza. Por supuesto, también han llegado las sordas, con cierto retraso, registrándose una primera buena entrada hace justo dos semanas, que se repitió la semana pasada y deparando las primeras capturas entre los devotos de la caza con perro.
En cuanto a las torcaces, aún deben de quedar contingentes en el sur de Francia, pero solo ellas sabrán cuándo emprender su rumbo a las dehesas extremeñas y portuguesas, algo que sucederá a nada que el mal tiempo les apriete lo suficiente, aunque su movimiento casi sea imperceptible por los cazadores vizcainos de pase. También ha mejorado en las últimas fechas la llegada de zorzales comunes, de los que avisamos de su retraso en la presente campaña, e incluso algunos aficionados han manifestado haber tenido mejores días de entrada que años anteriores.
PERRO.Volviendo a la caza de la sorda, becada u oilagorra, desde hace dos semanas se registran más capturas en nuestros montes y en las cercanías de la costa. Entre chaparrón y chaparrón, la dama del pico largo ha llegado y se ha quedado durante algunas jornadas en territorio vizcaino propiciando muchos levantes y algunas menos capturas para quienes han desafiado al desapacible tiempo climatológico. Es en esta modalidad en la que el perro alcanza la categoría de mejor aliado del cazador y de él dependerá, casi al cien por cien, que la jornada se salde con éxito o fracaso ya que son muchos los factores que inciden en esta especialidad y donde se conjugarán instinto, pasión por la búsqueda, resistencia, nariz y saber contactar con el dueño una vez detectada a la escurridiza ave. De poco sirve un can que bata monte y monte si su dueño está fuera del alcance o al revés; que haga una búsqueda pero sin cubrir el terreno suficiente de una forma minuciosa. Las teorías de unos y otros llenarían muchísimas páginas de libros especializados a favor y en contra pero siempre con el perro como protagonista. De otra manera es imposible entender esta forma de caza y la afición que genera, a veces rayando la religiosidad o incluso el sectarismo.
En el apartado negativo, algunos disparos sueltos que todavía se escuchan antes del amanecer o después ya de caer la tarde, delatando que aún quedan individuos que se saltan la ley vigente y el respeto a quienes cazan con su esfuerzo y con perro por delante. Quienes se escudan en la oscuridad para abatir a un ave que busca comida o vuelve a su refugio diurno con una puntualidad envidiable y por las misma trayectoria volando como un gran mochuelo, y cuya dificultad al disparo es mínima.
En contra de esta práctica, el Club de Cazadores de Becada ha puesto en marcha su campaña ???Denuncia la caza al paso??? en la que se puede detallar con un sistema de gps dónde se sigue tirando a la sorda. Los responsables del club garantizan el anonimato del denunciante mientras aseguran que se pondrán en contacto con las autoridades competentes para dar cuenta de estos actos de furtivismo que aún perduran en nuestros lugares de querencia. Ojalá la iniciativa sirva para acabar con esta práctica ilegal, que sobrevive gracias al silencio cómplice de otros escopeteros.