Los pescadores guipuzcoanos preparan sus aparejos para el domingo. Arranca ese día una veda que la Diputación ha vuelto a recortar para incrementar la protección hacia su fauna fluvial. Un objetivo que también es compartido por la Federación gipuzkoana de Pesca dentro de una tendencia ???que va a más??? y que toma a Navarra como modelo. ???En los últimos años se está haciendo un gran esfuerzo por promover la pesca sostenible.
De ahí que la Diputación haya ido recortando los días de pesca general y ampliando las zonas de pesca sin muerte???, explica Patxi Amantegi, el vicepresidente de la federación.
En Gipuzkoa, la temporada hábil de pesca se prolongará del 6 de abril al 31 de julio. La normativa es mucho más restrictiva en la comunidad vecina, donde este permiso expira en apenas dos meses, tal y como puntualiza Amantegi. ???Lo que nos diferencia de los navarros es que aún tenemos en nuestra mano la posibilidad de autorregularnos y evitar así que sea la Diputación la que tome directamente las decisiones???.
Pese a ser consciente de que es una medida que no gusta a todos los pescadores, el portavoz de la Federación la defiende como ???única manera de seguir practicando nuestro deporte y de preservar la fauna autóctona, que es lo que debemos hacer por encima de todo???. Para reforzar esta afirmación, Amantegi pone como ejemplo la trucha común, una especie para la que hay un límite de tres ejemplares por pescador y día.
???La población de trucha sigue en declive, pero no solo aquí o en Euskadi. También en España y en Europa, salvo honrosas excepciones, por razones como el cambio climático, la contaminación o la actividad pesquera???.
Pero, de alguna manera, las instituciones también han tratado de compensar estas limitaciones. Así, la orden foral de 2014 incrementa las zonas de pesca sin muerte. En este caso, Amantegi destaca la incorporación a esta modalidad del río Zelai desde su cabecera a la presa de la factoría Uranga.
La normativa también ha hecho un esfuerzo por prohibir algunas de las artes de pesca menos respetuosas con los animales. Este ha sido el motivo por el que se obliga a quitar el arponcillo o muerte a todos los aparejos, por un lado, y se obliga a utilizar anzuelos, para el cebo natural, de gran tamaño, por otro.
Esta última medida ha sido cuestionada por algunos pescadores al entender que resulta contradictoria. ???Los peces que traguen semejante ancla tendrán menores posibilidades de sobrevivir???, apuntaba el joven oñatiarra Iker Novoa en la |servidor|. Amantegi rechaza que vaya a ser así. ???Lo hemos hecho para poner límites a la talla y proteger a los peces pequeños, que al ser tan grandes no se los pueden tragar???.
???En cuanto a los peces que se traguen ese anzuelo ???añade el portavoz federativo-, lo que hay que hacer es cortar el hilo y no tratar de extraérselo. Son anzuelos que desaparecen de su organismo en unos días???.
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