Las cinco
grandes organizaciones
ecologistas, Amigos de la
Tierra, Ecologistas en
Acción, Greenpeace,
SEO/BirdLife y WWF,
‘tristes’,
según dicen, tras la
aprobación el jueves
en el Congreso de la nueva
Ley de Parques Nacionales,
modificada a la medida de
Cabañeros, para
permitir que se siga cazando
en los territorios privados de
ese espacio protegido (el
50%), batallarán en
la calle y los juzgados contra
una norma que consideran
que atentan contra la
legislación
internacional de
protección de la
naturaleza.
Aunque sacan pecho por
haber obtenido una
prórroga de seis
años, no una
legalización definitiva
como pretendían
asociaciones como Aproca,
en las próximas
semanas van abrir nuevas
vías jurídicas:
“Esta ley entra en
colisión con los
criterios de la Unión
Internacional para la
Conservación de la
Naturaleza, el organismo
internacional encargado de
velar por la gestión y
la calificación de los
espacios naturales como
parques nacionales”,
explica Miguel Ángel
Hernández, portavoz
de Ecologistas en
Acción en Castilla-La
Mancha.
“También
tenemos la posibilidad de
recurrir la
autorización de
actividades que estén
prohibidas en los parques
nacionales”,
agrega.
Otra acción es
“intensificar la
presión
social”, algo que ya
están haciendo
sacando a la luz
pública denuncias de
supuestas irregularidades de
los propietarios de las
grandes fincas que se
asientan en el parque
nacional y a las que,
según
Hernández,
está ley beneficia
claramente puesto que les
permite seguir practicando la
caza comercial de forma
intensiva y con vallados
cinegéticos que
favorecen la
reproducción masiva
de ungulados (ciervos y
jabalíes).
Hernández
también destaca que
el jueves en el Congreso se
consiguió un
compromiso “por parte
de la mayor parte de los
grupos de la
oposición de retirar la
ley en el caso de que tengan
capacidad de
gobierno”.
Con la agitación
social y aunque la ley entre
en vigor en breve los
conservacionistas
confían en conseguir
“que no se pueda
aplicar esa ley en los
términos en los que
se ha aprobado, que se
acorten los plazos y que
cuanto antes se elimine la
caza en estos
espacios”.
En el territorio
público del parque
nacional de Cabañeros
se hace control de
población de fauna de
forma periódica,
utilizando capturaderos.