Lobo Marley ha
vuelto a protagonizar un
nuevo desmantelamiento de
refugios de caza del lobo en
la provincia de Zamora y, en
esta ocasión, ha
denunciado ante la Guardia
Civil dos cebaderos
preparados por los cazadores
para abatir a los
cánidos, uno en el
término de Mombuey
y otro en San Salvador de
Palazuelo.
Además,
también ha
denunciado un posible
maltrato animal por
considerar que los animales
utilizados para atraer al lobo,
en el caso de burros,
presentaban «el
cráneo partido» y han
podido ser matados de forma
cruel.
«Queremos seguir
poniendo en su sitio las cosas
que consideramos que no
deben ocurrir sobre la tierra»,
expresó el presidente
de Lobo Marley, Luis Miguel
Domínguez, que el
pasado fin de semana
actuó, junto a otros
integrantes del grupo, en las
proximidades de Mombuey y
en las proximidades del
embalse de Cernadilla, en
suelo de San Salvador de
Palazuelo. Intervenimos,
manifiesta
Domínguez, «porque
iban a ser matados dos lobos
de manera inminente, uno en
cada puesto, y lo iban a
llevar a cabo en estos
días porque la caza
del lobo finaliza a finales de
febrero y había que
actuar». Precisa que en el
cebadero de las proximidades
de Mombuey «habían
colocado recientemente una
cierva, en tanto que en San
Salvador de Palazuelo un
macho de ciervo».
Domínguez
señala que «sabemos
que estos dos lobares son
gestionados por Gesturcaza»,
que dirige el toresano
Eduardo Blanco, «que parece
ser adquiere los burros que
luego son pasto de los
lobos».
Los casos han sido
denunciados ante la Guardia
Civil porque Lobo Marley
considera que se cometen
varios delitos, uno contra la
Ley de Caza de Castilla y
León, «que prohibe el
uso de atrayentes para que
el predador entre y se ponga
a tiro, y otro por maltrato de
animales, al entender que los
burros son sacrificados
presumiblemente de una
manera inhumana y en
contra de la ley más
básica».
Con esta acción
Luis Miguel
Domínguez subraya
que «hemos salvado la vida
de los lobos Viriato y
Almeida», y remarca que
«hemos actuado sin insultar,
sin enfrentarnos a nadie y a
cara descubierta». Califica de
«fraude para todos los
zamoranos la muerte de
lobos». Incide,
además, en
señalar que «la
provincia de Zamora y,
especialmente la sierra de La
Culebra y aledaños,
está llena de
cebaderos de este tipo» y, en
su criterio, «los cazadores no
conseguirían matar ni
un solo lobo fuera de este
sistema fraudulento y
mientras come, que es lo
más bajo e
inhumano».
La acción de este
grupo pro lobo no deja
indiferente a nadie, ni a los
defensores del lobo vivo ni a
los cazadores ni a los
ganaderos, ni a la
guardería
medioambiental.
El responsable de la
empresa de ecoturismo
Lobisomenaturaleza, Carlos
Soria, afirma discrepar de las
formas de Lobo Marley,
aunque dice coincidir en los
fundamentos. «Lo que hay
que hacer es utilizar los
medios legales y que la
Justicia funcione. Hay leyes.
Hay que recurrir a los
Juzgado y a Europa»,
señala Soria, que
considera que «con estas
formas se encona a todo el
mundo y se exacerba a
ganaderos, cazadores y
profesionales del
ecoturismo». Se remite a la
frase de un amigo para
señalar que «es como
dar una patada a un avispero
y los picotazos son para el
lobo». «No digo que los
cazadores no cacen, pero hay
que tratar con especial
cuidado el tema del lobo
porque es un recurso natural
y turístico al que la
ciudadanía tiene
derecho».
En la Guardería
Medioambiental se reprochan
los comportamientos
estilados y se alude a
pinturas en los
árboles en la Reserva
de Caza de La Culebra, con
grandes letras y con pintura
roja, donde se indica la
existencia de un cebadero de
lobos.
El responsable de Medio
Ambiente de la
organización agraria,
Coag, José Manuel
Soto, hace hincapié
en que «la caza del lobo es
legal y, dentro de los plazos
establecidos, los cazadores
tienen derecho a cazarlo».
Añade que con estos
comportamientos
Domínguez «puede
conseguir que el sector
ganadero, que es el
perjudicado, en vez de ser
tolerante aparezca el odio y
lo pague el animal». Reitera
que la Consejería de
Fomento y Medio Ambiente
«debe cumplir con el cupo
autorizado».
El delegado provincial de
Caza, de Zamora,
José Antonio Prada,
manifiesta sobre el particular
que la ceba para facilitar la
caza del lobo, al norte del
Duero, donde es especie
cinegética, «no
está prohibida por la
Ley, que hace referencia al
uso de sustancias
atrayentes».
El responsable de
Gestucaza, Eduardo Blanco,
también incide en
que la Ley de Caza no
prohibe el uso de cebos para
abatir al lobo. Señala,
asimismo, que no se ha
chafado el matar dos
ejemplares y, respecto a la
denuncia de Lobo Marley
ante la Guardia Civil,
prefiere esperar
acontecimientos.
Respecto a la
Guardería
Medioambiental
Domínguez dice que
«creo que está al
servicio de un gobierno de
Castilla y León
insensible con el cambio de
los tiempos, que no se da
cuenta de que ha entrado el
siglo XXI». No obstante,
Domínguez afirma
tener constancia «de que hay
agentes medioambientales
que están muy a
favor de la
conservación del
lobo». Recalca el presidente
de Lobo Marley que «al lobo
en Zamora se le mata por
dinero y no para defender al
ganado, ni por inquina ni por
obsesión tradicional».
Pone de relieve, asimismo,
que «al evitar la muerte de
dos lobos han salvado a dos
animales que hubieran
costado unos 10.000 euros,
sumando el coste de cazarlo
más los ciervos o
burros puestos como cebo, la
taxidermia y otros
gastos».
Esta actuación de
Lobo Marley se suma a la
realizada el día de los
Santos Inocentes cuando
procedió a destruir
tres casetas instaladas en la
Reserva de Caza de La
Culebra y en un coto
próximo.
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Lo realmente lamentable es que tengan que ser los particulares los que hagan el trabajo que tenían que hacer los poderes públicos. Pero eso es España: los poderes públicos los gestionan personas corruptas, que venden prebendas a delincuentes como ellos. ¿El interés público? Bien, gracias.