¿Estamos «futbolizando» la caza?

En primer lugar, quería agradecer muy sinceramente la ocasión que me ha brindado de nuevo DESVEDA para exponer mis opiniones sobre la caza en la actualidad, principalmente en lo que hace referencia a la caza de pluma con perro de muestra, que es la única caza que he practicado ??? especialmente la de la sorda- desde hace más de veinte años.

Soy consciente de que ni soy ningún Séneca ni estoy en posesión de la verdad absoluta, ni mucho menos; existe un número grande de cazadores con tanta base como yo o más, cimentada en muchos años de experiencia y aprendizaje, y soy consciente asimismo que alguno de ellos estará de acuerdo en mis opiniones y algunos otros, lógicamente, no. En todo caso, voy a tratar al menos de exponer lo más claramente posible a qué me refiero con el título del artículo.

¿Que es eso de ???futbolizar??? la caza? Se trata de una impresión que me ronda desde hace tiempo, un símil entre la manera de entender la caza que se ha ido desarrollando  durante los últimos años y el fútbol moderno, resultadista, capitalista, que se ha desarrollado brutalmente en el mismo periodo. Hablamos, lógicamente, de fútbol de élite.

Los parecidos que encuentro son diversos y claros, a mi entender. En ambas prácticas se han sacado  ???o hemos sacado, entre todos- las cosas de madre. El dinero ha irrumpido con mucha fuerza y se ha convertido en un valor importantísimo en ambas prácticas, se han impuesto precios altísimos y ello ha conllevado una alta exigencia de buenos y rápidos resultados: es decir, el aficionado que paga un pastón por su localidad en el estadio o por su coto de caza, y al que también le han rascado profundamente el bolsillo para la adquisición de grandes fichajes, sean futbolistas o perros, se cree por ello que tiene total derecho a recibir en contrapartida muy buenos resultados, de manera inmediata.

Así, en cuanto el fichaje no mete goles o no encuentra sordas al cabo de tres o cuatro partidos/salidas, ya se empieza a poner nervioso el personal, ya empezamos a pensar en fichar a otro, silbamos al futbolista y despotricamos del perro. ¿Por qué? Pues porque nos ha costado mucho esfuerzo , dinero, kilómetros, discusiones con la parienta o el pariente, y por consiguiente tenemos ansia de recibir el premio que creemos que nos merecemos (merecimiento  dudoso). Sin embargo, objetivamente, analizándolo fríamente, todos somos conscientes de que Messis o Cristianos hay muy pocos, y de que no es nada fácil llegar a ser, simplemente, un futbolista o un perro de Primera División. Algunos madurarán antes, quizá ayudados por mejores facultades, pero hay muchos otros que lo que de verdad necesitan es, meramente, cuestión de muchas horas, de partidos, de monte. Ahí tiene una función importantísima el entrenador/cazador, de él depende que de verdad apueste por uno u otro y le otorgue un buen número de oportunidades, o por el contrario prefiera dejarlo en el banquillo a las primeras de cambio porque tiene otro elemento en el cual confía más. Hay infinidad de deportistas, humanos y caninos, que se han estancado simplemente por esta razón, muy lógica por otra parte: todos preferimos sacar al que creemos que es mejor a día de hoy, no al que quizá pueda llegar a serlo. También existen, por descontado, los futbolistas y los perros que no llegarán a esa Primera División , ni con todas las horas del mundo a su favor.  Pero la verdad es que ser futbolista o sordero de Segunda División tampoco está nada mal???pero no nos conformamos.

Creo que tanto en esa óptica del fútbol como de la caza han influido notablemente los medios de comunicación, la tecnología y la era de la comunicación y la información  bombardeada. Hoy en día existen multitud de canales de televisión y revistas que nos atosigan continuamente, queriendo vender una forma concreta de ver y entender el fútbol y la caza, y de paso vender mejor sus productos. Que si Messi ha hecho esto, que si Guardiloa dijo lo otro, que la caza de la becada es lo más, que son mejores las líneas de competición, que para el monte el setter y para el llano el pointer, que Cristiano está malito y que en noviembre el monte estará hasta arriba de becadas, salgamos a buscarlas sin dudarlo, sigamos los consejos que nos brinda esta revista y lo conseguiremos. Sin darnos cuenta toda esa información se nos va metiendo inconscientemente en la cabeza, y nos va creando muchas expectativas de lances, de goles, de levantes, que posteriormente ya se encarga Paco el de las rebajas de poner en su sitio. Pero esa tensión, esa competitividad, esas expectativas, están ahí, y se notan en el campo de fútbol y en el de robles.

¿Quiero decir con todo esto que es mejor no tener expectativas o ilusiones, o que el fútbol y la caza moderna son malos? Para nada. Simplemente quiero haceros partícipes de una comparación que vengo haciendo para mí desde hace tiempo, y también hacer ver que a veces queremos correr demasiado Y quemar etapas, cuando  las cosas normalmente suelen necesitar su tiempo. Ahora bien, ¿Cuánto tiempo damos a cada aprendiz de delantero, a cada cachorrón? Eso sí que lo tendrá que decidir cada uno porque no voy a caer en el ???consejos doy y para mí no tengo???. No es un tema fácil, la verdad. Mi compañero Ángel y yo le estamos dando muchas vueltas al tema esta temporada y seguiremos, seguro. Aconsejo poner todos los factores (dinero que nos gastamos, kilometraje, afición real, número de días que vamos, que carácter tenemos, que esperamos de nuestra afición???) en una balanza imaginaria y ver hacia dónde se inclina.