El Juzgado
Penal numero 1 de Ciudad
Real ha condenado a un
ganadero a un año y
medio de prisión (18
meses en total) y tres
años de
inhabilitación para el
ejercicio de la caza como
autor de un delito contra la
fauna por uso de cebos
envenenados que acabaron
con la vida de seis
águilas imperiales.
También
tendrá que
indemnizar a la Junta de
Comunidades con la cantidad
de 360.000 euros por el valor
de las especies de fauna
silvestre afectadas.
Según ha
informado en nota de prensa
Seo Birdlife, los hechos se
produjeron en enero de 2012,
cuando Agentes
Medioambientales de
Castilla-La Mancha, entre
ellos los pertenecientes a las
Unidad de
Investigación de
Veneno (UNIVE) creada en el
marco del Life+ VENENO, y
el Servicio de
Protección de la
Naturaleza (Seprona),
acompañados por
unidades caninas de ambos
cuerpos, localizaron en la
finca de la Encomienda de
Mudela, situada en el
municipio de Viso del
Marqués (Cuidad
Real), seis ejemplares de
águila imperial
ibérica, un zorro y un
total de nueve cebos.
Según esta
organización, durante
el juicio quedó
probado que la muerte de los
animales se produjo por
envenenamiento causado por
un potente insecticida
carbamato, encontrado
igualmente en los cebos
localizados y que el acusado
los colocó en su finca
con la finalidad de dar
muerte a los depredadores
que atacaban a las ovejas y
gallinas de su
explotación, y muy
especialmente a las
águilas imperiales
que nidificaban en su
parcela.
Los hechos se produjeron
además en una Zona
de Dispersión de
Águila Imperial
Ibérica y Zona de
Importancia para el
Águila Imperial
Ibérica.