Los accidentes de caza han evolucionado de forma paralela a la de caza en España. En los años setenta, ochenta y noventa, la mayoría de los disparos imprudentes se hacían con escopeta practicando la caza menor, sobre todo de conejos. En el caso de la caza mayor, con munición de postas. Hoy nos matamos con rifles y con balas y especialmente en batidas o monterías. Es la conclusión que saco después de haber analizado cientos de sentencias de los últimos treinta años.
El día 9 de marzo presentamos en Ciudad Real la Biblioteca Cinegética Mutuasport, un nuevo proyecto que surge de la mano de su Consejo de Administración y su Presidente, José María Mancheño. Es una colección divulgativa dirigida al cazador de a pie que se inicia con un manual práctico sobre accidentes de caza. Ha sido una obsesión concebir un manual muy práctico con la técnica de preguntas respuestas y en lenguaje sencillo, asequible, de calle, aunque no vulgar. Una apuesta en positivo por el colectivo, necesitado de constructores y arquitectos más que dinamiteros y gente del trueno.
Los accidentes de caza son noticia cada fin de semana. Seleccionamos un buen coto, la mejor arma, el cartucho ideal… y hasta un perro al que sólo le falta hablar: el seguro de caza es el gran olvidado. Como en casi todo, el español se acuerda de Santa Bárbara cuando truena y del seguro de caza cuando le ha reventado la rodilla o el abdomen a un vecino de puesto cuando tiraba un venado a la contra. Es ahí cuando se produce la sorpresa desagradable de comprobar que el seguro apenas si cubre los gastos hospitalarios o una décima parte de la indemnización. Es entonces cuando viene el llanto y crujir de dientes pues las compañías únicamente se hacen cargo de la suma asegurada. El resto tiene que asumirlo el cazador con su patrimonio personal (si lo tiene).
Una gran parte del colectivo de cazadores se asombraría al conocer que en caso de siniestro sus seguros no les darían cobertura suficiente en caso de una muerte o un accidente grave. Les insto a que revisen sus coberturas y comprueben qué cantidades cubre la póliza en caso de accidente. Con la entrada en vigor del nuevo Baremo de Accidentes de Tráfico el 1 de enero de 2016 se han elevado sustancialmente las indemnizaciones. Era lógico, estaban completamente desfasadas y tocaba subirlas. Con este nuevo baremo, de aplicación a los siniestros en montería, espera, o día de caza mano, la indemnización final a pagar por un gran inválido puede superar el millón de euros con mucha facilidad.
A raíz de mi experiencia profesional, de la elaboración de este libro y otros estudios, he podido comprobar el gran desconocimiento que reina en la materia. Muchas de las personas que ya lo han leído nos lo han corroborado. ¿Cuándo cubre y cuándo no cubre el seguro? ¿Responsabilidades penales? ¿Límites en la indemnización? ¿Es delito cazar sin seguro obligatorio?… son algunas de las preguntas que se responden en roman paladino en este manual. Para finalizar, la regla de oro del aseguramiento en manchego: «más vale un porsiacaso que cien penseques».