Ante la posible confusión que se haya podido crear entre algunos cazadores debido a las informaciones que circulan sobre el llamado ???Decreto de Especies Invasoras???, Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, la Real Federación Española de Caza ha querido precisar ciertos puntos para que no haya lugar a malentendidos.
1º.- No existe limitación alguna para la caza de especies cinegéticas autóctonas.
2º.- Tanto el arruí como el muflón son especies que se han considerado naturalizadas. En los territorios en los que se encuentran asentadas se permite su caza con total normalidad.
3º.- ??nicamente el arruí es considerado especie exótica en Canarias.
4º.- Se prohíbe expresamente la introducción en el medio natural de especies cinegéticas hibridadas. Hay que recordar que la RFEC, a través de su Fundación Fedenca, está desarrollando un proyecto para garantizar, lo que por otro lado es una obligación desde hace muchos años, que las repoblaciones de perdiz se hagan con perdiz autóctona y sin ningún tipo de hibridación de perdices como la chuckar. También se pone fin a la liberación para caza de la codorniz japónica (coturnix japónica). En su lugar, para repoblación, caza o tiro, se tendrá que recurrir a la coturnix coturnix.
5º.- En la erradicación de perros y gatos asilvestrados y visón americano, este último cobra prioridad debido al enorme daño para la fauna protegida y cinegética que ocasionan estas especies.
La RFEC considera que en este último punto, sería necesario ir más allá. El Decreto debería facultar a los cazadores españoles, directamente, para el control de las especies invasoras y asilvestradas, sin necesidad de posterior autorización administrativa de la Comunidad Autónoma. Además, La RFEC considera que sería importante reflexionar sobre el estatus de especies muy dañinas para la caza menor como el meloncillo. De esta manera, el cazador que en el curso de una batida encontrase un mapache, un perro asilvestrado o un visón americano podría eliminarlo, contribuyendo con ello al control de especies exóticas e invasoras que suponen un grave peligro para la biodiversidad.